En 2009 sus emisiones de CO2 se situaron en 187.610 toneladas métricas, gracias a una reducción de las emisiones de sus oficinas del 13%, y de un 16% de las generadas por los viajes de negocios de sus empleados.

Así el número de kilómetros en viajes aéreos realizados por éstos descendió un 18% (unos 120.675 millones de kilómetros) mientras que el consumo energético de los centros de trabajo de Ernst & Young bajó en 22 millones de kilovatios hora, según la empresa.

La consultora también redujo el número de servidores informáticos de 1.453 a 215, gracias al uso de centros de proceso de datos centralizados.

También tiene en cuenta criterios medioambientales a la hora de elegir a sus proveedores de productos y servicios.

Asimismo, ha recortado el uso de vasos desechables un 54% y sus compras de papel en 107 millones de hojas desde 2007, mientras que sus programas de reciclaje han permitido reducir la tala 26.000 árboles anualmente.

Ernst & Young está instalando iluminación de bajo consumo en su sede central en Nueva York, lo que supondrá una reducción de sus emisiones de CO2 anuales de unas 2.270 toneladas

La consultora trabaja actualmente para lograr que en 2012 el 30% de la superficie construida de sus oficinas en EEUU obtenga la certificación LEED, que concede el Consejo para la Construcción Ecológica de EEUU a edificios sostenibles.