Los expertos que han participado en el estudio advierten de que la principal vía de exposición a plaguicidas en población es a través de los alimentos u otros productos domésticos, y que de los 18 plaguicidas analizados en la sangre de los 300 participantes, universitario almerienses, algunos están prohibidos en España, como el DDT, aunque otros como el fungicida vinclozolina (utilizado en cultivos y almacenamiento de vid y cítricos), son actualmente de uso legal.

Así, basándose en la hipótesis de que la exposición a plaguicidas organoclorados incrementa el riesgo de alteraciones en los parámetros indicadores de la calidad seminal, el estudio concluye que la calidad del semen depende de múltiples factores, entre ellos los modos de vida, parámetros físicos y bioquímicos y la exposición ambiental.

Por ello, dos de cada diez jóvenes almerienses presentaron un nivel bajo de espermatozoides, circunstancia que se asocia a un retraso evidente en el tiempo requerido para lograr un embarazo.

Además, la vinclozolina se asocia en los resultados con la frecuencia de espermatozoides malformados, por lo que recomienda que aunque no hay evidencia previa publicada sobre este potencial efecto de la vinclozolina para humanos, sería conveniente realizar estudios experimentales para confirmar este hallazgo.