Dívar hizo esta reflexión ante el rey Juan Carlos durante el acto de apertura del nuevo Año Judicial, que tuvo lugar hoy en el Tribunal Supremo, y en el que el monarca declaró oficialmente el inicio el nuevo curso.

En su discurso, el presidente del Tribunal Supremo hizo una defensa de “la posición del juez en la sociedad” y aseguró que “no es correcto poner en cuestión la legitimidad de origen de los jueces”.

Al hilo de esta reflexión afirmó que se pone en cuestión la función de los jueces cuando “la compleja labor judicial no es bien comprendida por los ciudadanos” o cuando “la decisión del juez no ha sido bien recibida por sus destinatarios o por determinados grupos sociales”.

Estos actos “a veces trascienden el ejercicio a la crítica de las instituciones públicas para cuestionar, desde bases jurídico-políticas no siempre sólidas, la legitimidad democrática de nuestro modelo de juez”.

Pero Dívar concedió que la legitimidad del juez no depende tan sólo de la habilitación original que recibe de la Constitución, sino que “ha de ganársela día a día”. Es decir, los jueces y magistrados, para ganarse el respeto, deben conseguir que su “trayectoria profesional y personal sean acordes con la responsabilidad que asumen”, así como eliminar “cualquier factor que pueda incidir en la imparcialidad”.

Sin embargo, el presidente del Tribunal Supremo recalcó que los jueces “deben soportar la crítica por decisiones que no son de su responsabilidad, sino consecuencias de carencias o disfunciones ajenas a él”.

En este sentido, ensalzó los planes de modernización de la justicia impulsado por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y el Ministerio de Justicia y destacó iniciativas como el rediseño de la Planta Judicial.

FISCALES INSTRUCTORES

En el apartado de reformas, Dívar también abordó la futura reforma de Enjuiciamiento Criminal, una nueva norma que pretende, entre otras novedades, que los fiscales se hagan cargo de la fase de instrucción de los procesos penales sustituyendo así a los jueces en esta función.

El presidente del Tribunal Supremo pidió que este aspecto, el de sustituir a los jueces de instrucción penal por fiscales, se articule “con suma prudencia” debido a su repercusión “en el alto nivel de protección jurisdiccional de los derechos y garantías que exige nuestra Constitución”.

El máximo representante del Poder Judicial destacó asimismo la labor de la Audiencia Nacional y del propio Tribunal Supremo por su “compromiso en la eliminación” del terrorismo mediante “la estricta aplicación de la ley, sin posibilidad de retroceder ni un milímetro”.

Dívar tuvo un momento de recuerdo para las víctimas del terrorismo “su sacrificio nos conmueve y refuerza nuestro compromiso como servidores públicos”. Hizo mención especial a los guardias civiles José María Galera Córdoba y Leoncio Bravo Picayo y al intérprete Ataollah Taefik Alili, las tres víctimas mortales del atentado perpetrado el pasado 25 de agosto en la antigua base española de Qala-i-Nao, en Afganistán.

Por último, recordó que, de acuerdo con la Constitución, el CGPJ es “el único órgano que puede ejercer la función de gobierno de los órganos jurisdiccionales integrados en el poder judicial”.