Con esta nueva normativa, la Generalitat posibilita una mejor protección de los terrenos forestales frente al riesgo de incendios forestales y además se minimiza el impacto que los tratamientos en la vegetación pudieran ocasionar.

A través de este nuevo decreto, el Consell articula las medidas de prevención de incendios para aquellas zonas forestales en las que se ubiquen líneas eléctricas de alta tensión y obliga a los propietarios de estas líneas a que realicen una serie de trabajos sobre la vegetación que las rodea.

Concretamente, deberán realizar desbroces, podas y talas selectivas sobre los matorrales situados en la calle o zona de protección de la línea, se eliminarán todas las partes aéreas muertas de matorrales, arbustos o árboles que permanezcan en las calles. La madera y restos de vegetación obtenidos en los tratamientos serán retirados de la zona, triturados o astillados.

No obstante, aquellas líneas que tomen mayores medidas de seguridad posibilitarán una reducción de los trabajos lo que posibilita un menor impacto sobre la vegetación. Además, el documento establece los tratamientos preceptivos sobre la vegetación y su periodicidad.

Igualmente, en el decreto se define el concepto de zona de seguridad de línea, se clasifican las especies forestales arbóreas en función de que su crecimiento sea excepcional, rápido, medio o lento, así como por su grado de inflamabilidad.

Finalmente, se establece la creación de un registro cartográfico de las redes eléctricas, que se constituirá con las aportaciones realizadas por los titulares de las redes con información sobre la tensión de las mismas, el trazado o los tipos de apoyo, entre otros, así como la elaboración de planes generales de mantenimiento y planes de mantenimiento anual.