Ábalos tomó esta decisión, dijo, tras escuchar a las personas de su entorno con el "ruego de que siga adelante en la lucha y no me rinda, y que me defienda y defienda mi honorabilidad".

Así lo comentó en la rueda de prensa en el Congreso en la que ensalzó la defensa de su "reputación como diputado hasta las últimas consecuencias" y anunció la decisión "más importante" de su "vida política": abandonar las siglas socialistas.

"No estoy acusado de nada, ni formo parte de la investigación en curso ni tampoco tengo ningún enriquecimiento ilícito", por lo que "no tengo necesidad de invocar el principio de presunción de inocencia", exclamó. Por ello, consideró que "la dirección política de mi partido" comete "un tributo a la derecha" al exigirle la renuncia, máxime porque "no va a impedir que la derecha siga con su cacería más allá de mi persona".

En su relato, Ábalos afirmó que el problema está en el "presunto enriquecimiento ilícito" de un "colaborador que fue parte de mi Gabinete",- hecho que tachó de "decepcionante y repudiable"- que será la Justicia la que lo "determinará", tras la investigación que contará con "toda" su "colaboración" porque, añadió, "la querella confirma claramente que el procedimiento de contratación fue correcto".

Ábalos insistió en que no ha sido "requerido para nada" por parte de la Justicia y que en eso no tiene nada que ver su condición de aforado al ser miembro del Congreso. De hecho, explicó que "recientemente" tuvo una experiencia donde él llamó a declarar a "aforados a un juzgado ordinario" y estos tuvieron "que testificar". "Puede quedar muy bien para sujetar una hipótesis, pero quizá el rigor en estos momentos sea más necesario para no añadir más tensión a la cuestión", recriminó ante lo que se dice "por ahí" de que no deja el acta por el aforamiento.

HONORABILIDAD

El exsecretario de Organización aseguró que comparece por "la defensa de mi honorabilidad ante la opinión pública y ante la militancia y los votantes del partido al que he dedicado toda mi vida prácticamente" ya que, subrayó, "no figuro ni en la querella donde están siete acusados ni en el auto judicial".

"Si yo renunciara se interpretaría como un signo de culpabilidad que no asumo y solo provocaría mi estigmatización no solo política sino personal, y sé lo que es un apestado político". Y tampoco, advirtió, serviría para frenar la "cacería" contra otros cargos públicos.

Sin mencionar nombres, Ábalos respondió a los que le piden el acta por una "supuesta ética" política y esgrimió que éstos "no tienen respuesta a la hora de plantear cómo se manifestaría esa ética o cómo se correspondería ante una fase de reparación posterior".

Mostró así las diferencias en el cruce de conversaciones entre los dirigentes del PSOE y el exministro en los últimos días cuando éste exigía garantías de restablecimiento de su nombre en caso de dejar el acta de diputado si se demostraba la inocencia que él asegura tener en este caso.

"Se exige mi renuncia pero también mi renuncia no tendría ningún efecto práctico respecto de otros casos similares o aún peores", apuntó Ábalos en su comparecencia después de criticar, también que "cada uno tiene su particular ética de tal modo que justifica lo propio y condena lo ajeno, con tantas varas de medir", y que, ante ello, se impone la ley.

SOLEDAD

Ábalos compareció afectado ante los periodistas y reconociendo que está "solo" por parte de la dirección del partido aunque cuenta "con el apoyo y el afecto de tantos y tantas militantes".

Reconoció que en este momento le gustaría estar "respaldado por la dirección" del PSOE. "Creo que hubiera sido lo correcto como en tantas otras ocasiones y lo que hubiera satisfecho más a la militancia de mi partido", añadió después de repasar tu trayectoria.

Una etapa que resumió en que contribuyó "a la conformación de un Gobierno progresista tras la moción de censura de 2018", "haber servido a nuestro país como ministro de España y habiendo ayudado como secretario de Organización del Partido Socialista Obrero Español a cohesionar la militancia en un tiempo político muy complejo, muy difícil, tras las primarias de 2017".

"Me hubiera gustado tener el beneficio del compañerismo, de poder haber compartido una reflexión en beneficio de nuestras siglas y de la restitución del debate público, por la senda del sosiego y de la ponderación. No ha sido así, no ha sido posible, así que privado de la oportunidad de hallar la mejor solución compartida a la crisis política desatada", dijo, pretende "comenzar la defensa" de su "honorabilidad" desde la "tribuna" que le brinda el Congreso y desde la que va a seguir "denunciando las cosas que no corresponden".