Explicó queno se esperaba esta iniciativa del fiscal, porque cuando éste llamó a Jesús Cacho para comparecer, su cliente justificó "plenamente" su escrito, por lo que creía que archivarían el caso sin mayores consecuencias.

Regalado señaló que lo que más le ha sorprendido fue que la Asociación Profesional de la Magistratura (APM) instara recientemente a la fiscalía a no demorar la presentación de la querella. "Eso sí que me sorprendió, porque entiendo que no es una función propia de una asociación de jueces el epujar una acción judicial, una vez que el asunto está en manos de la fiscalía".

A su juicio, Jesús Cacho no atribuyó en su artículo imputación alguna a García Castellón, sino que hizo "algunos comentarios sobre la actuación del magistrado pero con absoluto respeto a la alta función que ejerce".

Tras señalar que el artículo de Cacho "no se ha leído con detenimiento" y que se han descontextualizado las expresiones que contiene, Regalado dijo que el periodista no hace en el escrito imputación de hecos al juez.

"Lo que dice es que otras personas, aludidas en el artículo, actuaron de una manera poco acorde con el respeto que debían haber tenido para con el magistrado. Es decir, la imputación de hechos no iban referidas al magistrado, sino a otras personas que actuaron en presencia de él", dijo el letrado, quien se remitió a los vídeos que recogen las escenas que Jesús Cacho refleja en su escrito.

El pasaje más polémico del artículo de Cacho, que se hacía eco de comentarios sobre la trayectori del juez García Castellón, decía lo siguiente: "El caso más notorio que circula por la capital castellana se refiere al terrible asesinato de la joven Olga Sangrador. Un pinar de los alrededores de Valladolid. El juez García Castellón frente a un supuesto asesino que guarda silencio. Y el jefe del puesto de la Guardia Civil que saca su pistola, la amartilla, apunta el cañón a la sien del detenido y exclama: pregúntele ahora señor juez".