Así lo desvelan los resultados intermedios de los proyectos piloto Derechos a la vivienda y H4Y Futuro, que las asociaciones Provivienda y Hogar Sí desarrollan “en alianza” desde 2022 gracias a la financiación de los fondos Next Generation EU del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Ministerio del Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030.

Así lo anunciaron ambas entidades en el marco de una jornada en la que explicaron que, con estos proyectos, junto a la participación de 12 administraciones públicas autonómicas y locales, buscan “impulsar los procesos de desinstitucionalización de las personas en situación de sinhogarismo” en Avilés, Barcelona, Cartagena, Gijón, Madrid, Mallorca, Murcia y Sevilla.

Los proyectos Derechos a la vivienda y H4Y Futuro tienen como “objetivo fundamental” generar “evidencias y buenas prácticas” para “transformar” la red de atención al sinhogarismo en España, aportando “soluciones adaptadas a cada persona para la transición segura y elegida para una vida plena en comunidad”.

RESULTADOS ALENTADORES

Según ambas entidades, la evaluación intermedia de estos proyectos revela “resultados alentadores” como que el fomento por parte de los profesionales de la “autonomía, autodeterminación y capacidad de elección” de las personas que sufren sinhogarismo “son elementos clave para la recuperación y los procesos de cambio”.

“O que, gracias a los apoyos, las personas mejoran sus proyectos vitales para alcanzar sus propios objetivos, cuestiones clave para los procesos de recuperación”, sentenciaron.

En este sentido, advirtieron de que, “en concreto”, el acceso a una vivienda autónoma, junto a los apoyos que ofrecen los programas, han reducido el uso de los servicios de la red de atención especializada en sinhogarismo y, según sus cálculos, por ejemplo, disminuye el uso de recursos como centros de día de un 22,3% a un 5,4%.

Además, según su punto de vista, la evaluación “demuestra” que los problemas de salud mental se han reducido, “especialmente” en el caso de las mujeres.

INCLUSIÓN Y BIENESTAR EMOCIONAL

“También se percibe que formar parte de la comunidad gracias al acceso a una vivienda autónoma favorece la inclusión y el bienestar emocional”, abundaron, para indicar que, en el caso de las personas jóvenes, los datos “resultan esperanzadores”, dado que han pasado de un “umbral alto de deterioro de salud mental a un umbral estándar, similar al que presenta la media de la sociedad”.

Por último, otras de las conclusiones es que el acompañamiento “personalizado” está contribuyendo a “la mejora de la empleabilidad y la formación, en especial en los jóvenes, llegándose a triplicar el porcentaje de beneficiarios del programa que está trabajando en la actualidad”.

En este contexto, la directora general de Provivienda, Gema Gallardo, la vivienda “es la herramienta clave para afrontar este cambio de sistema”. “Proporciona estabilidad, autonomía y un espacio seguro desde el que podemos trabajar las necesidades de las personas y desde el que pueden comenzar a tomar el control de sus vidas“, abundó.

Por su parte, para la presidenta de Hogar Sí, Marian Juste, las salidas autónomas logradas con estos proyectos “muestran la enorme voluntad y capacidad que tienen las personas de construir sus proyectos de vida cuando cuentan con los apoyos necesarios”. “Esto nos reafirma en la idea de que resolver el sinhogarismo es posible”, concluyó.

Para ambas entidades, esta evaluación intermedia “muestra que, cuando se movilizan recursos y existe voluntad para innovar se alcanzan grandes resultados” y el “principal reto” que identifican a partir de ahora es “convertir estos aprendizajes en políticas públicas que se consoliden dentro de la cartera de servicios que ofrece el sistema de atención al sinhogarismo”.