La asamblea de accionistas aceptó modificar los estatuts en un 69%, pero no alcanzó el apoyo mínimo del 75% de los accionistas que exigen los estatutos de Hidrocantábrico para modificarlos.

El resultado de la votación es consecuencia de la actitud adoptada por uno de los accionistas de referencia, Caja de Asturias, en contra de la propuesta de Fenosa.

La decisión se reflejó inmediatamente en los mercados de valores, que optaron por penalizar la no integración de las dos compañías eléctricas.

A primera hora de la tarde, Hidrocantábrico descendía n 4,21% y situaba su precio de cotización en 23,01 euros, mientras que Unión Fenosa registraba descensos por encima del 1% y se situaba en 20,79 euros.

El rechazo de la Junta a la propuesta de modificar los estatutos no supone el final de las aspiraciones de Unión Fenosa para hacerse con el control de Hidrocantábrico, ya que caben nuevas convocatorias de junta y acuerdos con accionistas que permitan variar esta situación.

Durante su discurso, el presidente de Hidrocantábrico, Oscar Fanjul, defendó que la compañía eléctrica asturiana mantenga su independencia, al margen de los cambios que se puedan producir en la propiedad, y reprochó a la norteamericana Texas Utilities (TXU) su OPA hostil. "Hubiéramos preferido", dijo Fanjul, "un desarrollo de los acuerdos estratégicos de colaboración suscritos en 1998".