En una entrevista que publica hoy "El País", Fischler dice que es básico encontrar un mecanismo de distribución de los recursos que se quieren emplear en el sector olivarero "para llegar a datos objetivos con los que formar la base para el futuro".

Fischler considera que la reforma requiere tiempo y para ello es necesario un mínimo periodo transitorio, al margen de la Agenda 2000, que oscilará entre dos y cuatro años, para luego fijar una solución futura.

El comisaio de Agricultura reconoce que los indicios señalan a Italia como principal defraudador, pero advierte que "eso hay que probarlo a través del Tribunal de Cuentas". "Los pequeños productores son una fuente de fraude y por ley de probabilidades donde haya más pequeños, habrá más fraude", afirma.

En este sentido, Fischler señala que coincide con la ministra de Agricultura, Loyola de Palacio, en que en el futuro no puede existir la diferenciación entre pequeños y grandes productores, porque "esa diferencición es una de las fuentes del fraude".

Fischler valora la posibilidad sugerida por el Parlamento Europeo de elevar la cantidad máxima garantizada desde 1,35 millones de toneladas al año hasta 1,8 millones y repartirla en cuotas nacionales.