En el acto de mañana, los miembros de PETA irán "vestidos" sólo con unos cuernos de plástico y un pañuelo rojo al cuello, y portarán una pancarta que llevará por lema "¡Únete al Encierro Humano! ¡Ponte en la piel del toro!".

Posteriormente, PETA celebrará el 5 de junio la quinta edición de su "Encierro Humano", en señal de rechazo a los Sanfermines, para lo cual aspiran a reunir a más de un millar de personas procedentes de una veintena de países, que harán desnudos el mismo recorrido que los toros en los populares encierros pamploneses.

El objetivo de PETA es, según informó hoy en una nota,"informar a los turistas de que hay alternativas divertidas que no implican la estampida de animales asustados que terminarán torturados y matados en la plaza cada tarde durante los Sanfermines".

En este sentido, mientros de esta organización han enviado escritos a la alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina, para solicitarle que adopte la nueva actividad festiva del "Encierro Humano" y reemplace la "vieja y cruel que utiliza a los toros".

"Los encierros de toros atraen a miles de turistas que ignoran todo lo que padecen los animales antes y después de la carrera: descargas eléctricas y golpes hacen que salgan corriendo en estampida; antes de salir a la plaza, son golpeados, debilitados con golpes y tranquilizantes, se les liman los cuernos y se les unta vaselina en los ojos para nublar su visión, para luego ser sometidos a la tortura que culmina con su muerte", aseguró PETA.

En este sentido, PETA añadió que, según una encuesta de Gallup realizada en 2002, el 68,8% de los españoles no muestra ningún interés por la tauromaquia.

El coordinador de Campañas de PETA, Francisco Vásquez Neira, explicó, a este respecto, que "las corridas de toros son una tradición cruenta que quizás tuvo sentido hace siglos, pero hoy en día sólo es una manifestación de crueldad que nos denigra como seres humanos".