Este vestíbulo central –que recupera el antiguo vestíbulo de Cercanías bajo las vías de la cabecera norte, operativo entre 1978 y 1987– es un espacio diáfano de 2.376 metros cuadrados y dotado de escaleras mecánicas y ascensores. Conecta los andenes entre las vías 1 y 13 de la estación –que prestan servicio a los trenes en ancho ibérico de Cercanías, Media y Larga Distancia– y establecen una conexión directa a través de tornos con Metro de Madrid.

Además, servirá en el medio plazo para enlazar también con el futuro paso inferior para los viajeros de alta velocidad, “recorriendo transversalmente la playa de vías y conectando la alta velocidad con las redes de Cercanías y Metro de Madrid”.

“La estación de Madrid-Chamartín Clara Campoamor aborda una ambiciosa transformación que la convertirá en un nodo estratégico de una movilidad sostenible multimodal e integrada, que responde además a los desafíos del proceso de liberalización del transporte de viajeros”, explicaron desde Adif, que ha invertido 326 millones de euros en las últimas actuaciones.

Además de la recuperación del vestíbulo central, se ha duplicado la capacidad para la alta velocidad y la superficie del vestíbulo principal hacia el norte, este y sur; y se ha abordado la remodelación de 13 vías y andenes destinados a Cercanías.

En este contexto, Adif inicia este sábado una nueva fase de las obras con la que ampliará el vestíbulo de viajeros hacia el norte y lo datará de más espacio para los viajeros de Cercanías. Asimismo, realizará “diversas” actuaciones en las vías 1 y 6 aumentará la capacidad de las líneas existentes.

“La transformación de Chamartín contribuirá de forma determinante al desarrollo de Cercanías. Una vez finalizadas las obras, la estación podría gestionar entre un 25% y un 30% más de viajeros, hasta 900 trenes diarios”, celebraron desde Adif.