Según Aedenat, el informe del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) enviado a Parlamento "no da suficientes garantías de que la central sea segura".

Por el contrario, el CSN reconoce numerosos defectos de diseño, pero asegura que la seguridad de la central, de los trabajadores y de la población está garantizada, por lo que permite que la instalación se mantenga en funcionamiento mientras se introducen diversas mejoras.

Para los ecologistas, estas modificaciones no sólo no garantizan que mejore el funcionamiento de los sistemas de seguridad, sino que en algunos casos incluo se disminuye su eficacia, ya que se sustituyen sistemas automáticos por otros manuales, aumentando la posibilidad de que se produzca un error humano.

Asimismo, recordaron los incidentes registrados en la central en enero de 1992 -clasificado en el nivel 2 de la escala internacional de accidentes nucleares- y los pasados meses de marzo, abril y julio.

Para Aedenat, el CSN ha incumplido sus funciones, al no garantizar, según los ecologistas, la seguridad en la central nuclear, lo cual "ha motivad que haya funcionado durante toda su vida, desde diciembre de 1987, con muy deficientes condiciones de seguridad".

Por este motivo, la organización presentó el pasado mes de mayo una denuncia contra el Consejo de Seguridad Nuclear en el Juzgado de Instrucción número 4 de Guadalajara.