Las observaciones en las estaciones meteorológicas de Gabriel de Castilla y Juan Carlos I de la Antártida podrán ser consultadas directamente a través de la web de la Aemet, según informó este martes esa agencia, perteneciente al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Esta actuación supone acercar a la sociedad y dar visibilidad a las bases antárticas españolas, y proporcionar un nuevo soporte web que sirva de apoyo, de manera más eficaz, a la comunidad científica.

La nueva herramienta llega en el ecuador de la participación de la Aemet en la campaña científica Antártida 2021-2022, en la que la agencia realiza predicciones meteorológicas que garantizan la seguridad del personal desplazado y la adecuada ejecución de actividad científica.

Durante la campaña, la Aemet también asegura el correcto mantenimiento de las estaciones meteorológicas en la Antártida, vitales para vigilancia atmosférica, la generación de series climáticas en la vigilancia del cambio climático y el apoyo a proyectos científicos.

Mediante un convenio con el Ministerio de Ciencia e Innovación y en coordinación con el Comité Polar Español, la Aemet es responsable de asumir, planificar y ejecutar actividades meteorológicas operativas y de apoyo a la investigación en las bases antárticas españolas y en la flota oceanográfica que opera en la Antártida.

También debe fomentar la participación en proyectos de I+D+i de carácter meteorológico y climatológico, y es responsable de las relaciones con los organismos internacionales de carácter meteorológico relacionados con temas antárticos, como la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y Eumetsat, entre otros, especialmente en lo que respecta a la difusión y control en tiempo real de información meteorológica.

DESDE 1988

Desde 1988, año de fundación de la Base Juan Carlos I, la Aemet viene formando parte en campañas antárticas

Esta campaña antártica 2021-2022 ha quedado caracterizada, hasta la fecha, por la alta frecuencia de borrascas y frentes asociados que han aportado, en la Península Antártica, una abundante nubosidad y escasas precipitaciones que, en su mayoría, han sido en forma de lluvia.

Además de los habituales episodios de viento fuerte con afectación directa en la logística diaria vinculada a la navegación o actividades de montaña, el evento meteorológico extremo más destacado se produjo los pasados 7 y 8 de febrero, cuando una profunda borrasca situada en las proximidades del mar de Bellingshausen propició una fuerte corriente cálida y provocó un episodio de temperaturas anormalmente altas.

Las bases Juan Carlos I y Gabriel de Castilla registraron 10,6 y 8,6 grados, respectivamente, lo que supone la cuarta y tercera máxima más alta de la correspondiente serie de febrero en cada estación.

La fusión de la nieve y hielo de la zona ocasionó importantes repercusiones en la logística de todas las bases, como, por ejemplo, la evacuación del personal del campamento Byers gracias a una pequeña ventana temporal pronosticada de relativo buen tiempo, entre otras