Así se desprende de la actualización del plan remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En ella, Aena destaca que en 2023 se recuperaron los niveles previos a la pandemia, con 283 millones de pasajeros, que suponen el 102,9% respecto a 2019. Los nuevos objetivos apuntan a que en este año se alcanzan en torno a 294 millones, ante las buenas perspectivas de la temporada de verano, con una programación en torno a un 7% superior a la de 2023. En 2025 estima que se llegará a los 300 millones de pasajeros, cuando se esperaba hacerlo en 2026, con lo que adelanta un año esta meta. De cara a ese último ejercicio de vigencia del plan, Aena calcula registrar unos 310 millones de pasajeros.

Este repunte del tráfico, más acusado en los aeropuertos turísticos, hará necesarias más inversiones en las infraestructuras. Por ello, en el Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA) III, que transcurrirá desde 2027 a 2031, Aena propondrá inversiones que al menos doblarán las realizadas en los últimos ejercicios. En este momento, el gestor señaló que está iniciando el análisis de las necesidades de todos los aeropuertos españoles para diseñar la propuesta de inversiones que se expondrá a las aerolíneas en 2026.

Del mismo modo, Aena prevé incrementar un 32% el ingreso comercial por pasajero en 2026 respecto a 2019 frente al 12% previsto cuando se presentó el plan en 2022 y apunta que los ingresos comerciales podrían crecer un 48% en 2026 con respecto a 2019. Aena ha completado las licitaciones de las principales líneas de actividad: las Tiendas Libres de Impuestos o ‘dutty free’, adjudicadas en su totalidad; la restauración, con 80 adjudicaciones durante 2022 y 2023, o las tiendas, con 200 adjudicaciones.

Como resultado de estas licitaciones, las Rentas Mínimas Garantizadas (RMGA) se incrementaron un 20% en 2023 frente a 2019 y se prevé que lo sigan haciendo hasta un 46% en 2026.

Por lo que respecta a la actividad inmobiliaria, los ingresos de 2023 superaron más del 34% los de 2019. Los principales proyectos en este ámbito se centran en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas (en 2026 se habrá adjudicado un 25% de la superficie asociada a la Ciudad Aeroportuaria de Madrid) y en el Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat (cuya Ciudad Aeroportuaria está vinculada al proyecto de desarrollo del ‘hub’ del aeropuerto).

Respecto a la actividad internacional, Aena aspira a que represente el 15% del Ebitda en 2026, cuando en 2022 calculaba un 10%. Cabe recordar que en 2023 finalizó en el 6,7% excluyendo el deterioro del grupo Nordeste Brasil. Sobre este aspecto, la compañía resaltó que su prioridad es consolidar esos activos. En el aeropuerto de Londres-Luton ha obtenido la autorización gubernamental para aumentar la capacidad de 18 a 19 millones de pasajeros anuales. Y en Brasil han finalizado las inversiones obligatorias en los seis aeropuertos del Nordeste y, a lo largo del último trimestre de 2023, Aena tomó el control del denominado Bloque de Once Aeropuertos de Brasil (BOAB), entre ellos el de Congonhas, en Sao Paulo, el segundo con mayor tráfico de pasajeros de Brasil.

EBITDA Y DIVIDENDO

Igualmente, Aena estima que el Ebitda crecerá más del 20% en 2026 respecto a 2023, ejercicio en el que ya se superó la cifra previa a la pandemia con 3.022,6 millones de euros. Cuando presentó el plan en 2022 esperaba recuperar el Ebitda de 2019 entre 2024 y 2025, objetivo que logró el año pasado. Mientras, mantiene el margen de Ebitda en el entorno del 59%. La ratio de deuda neta sobre Ebitda se situó en el 2023 en el entorno de dos veces.

Aena también confirmó que mantiene el ‘pay-out’ o porcentaje del beneficio que se destina a dividendo en el 80%, lo que ya anticipó el presidente de la compañía, Maurici Lucena. Este porcentaje “sitúa al gestor aeroportuario español como el más atractivo del sector”, destacó Aena en una nota de prensa. Aena propondrá a la junta general ordinaria de accionistas, que se celebrará el 18 de abril, la distribución de un dividendo de 7,66 euros brutos por acción con cargo a los resultados del ejercicio 2023.

Por último, el gestor aeroportuario adelanta diez años, de 2040 a 2030, la consecución del objetivo de cero emisiones en sus aeropuertos.