Según recoge el diario argentino "La Nación", la madre del chico fue a una agencia de viajes en Quilmes para reservar billetes para visitar, junto con su hijo, a su marido que trabaja en Italia desde hace dos años.

Tal y como exigen las normas de las aerolíneas, presentó ante el servicio médico de la empresa un informe realizado por un neurólogo particular, en el que se detallaba el caso de su hijo, la medicación que recibe y las condiciones en las que se encontraba en ese momento para afrontar un viaje transatlántico de 14 horas.

Pero el departamento médico de Aerolíneas Argentinas rechazó al pasajero amparándose en los protocolos internacionales de la IATA, queconsideran que un enfermo de esas características no puede ser evacuado en caso de emergencia.

La familia del joven presentó la correspondiente denuncia por discriminación ante la Defensoría del Pueblo de la ciudad, que inició las gestiones ante Aerolíneas Argentinas para obtener una respuesta favorable. Pero la negativa persistió.

Entre los argumentos presentados por el departamento legal de Aerolíneas Argentinas ante la Defensoría, figura también que el pasajero debe viajar con asistencia médica permanente, ya que la empresa no cuenta con servicio médico en vuelo.

En el escrito se sostiene que el pasaje fue negado porque el joven tenía que viajar en estado de "sedación plena", medicado varias veces para poder realizar el vuelo de 14 horas hasta Italia.

Agregan, además, que el viaje debería realizarse en un vuelo sanitario y, como el chico debería viajar prácticamente dormido, ante una eventual evacuación constituiría "un riesgo potencial previsible para el resto del pasaje y la tripulación.