Pastor, que forma parte de la comisió de expertos que creó el CSIC para aclarar el origen de los aerolitos, señaló que todavía no se pueden descartar otras hipótesis, entre las que destacó la influencia de los aviones en la formación de los bloques de hielo.

En este sentido, dijo que el CSIC mantiene que los días en que aparecieron los bloques se produjo una leve disminución del contenido de ozono de la atmósfera, lo que habría favorecido el proceso de condensación del vapor de agua y la formación de hielo.

Sin embargo, Pastor idicó que, si bien los mapas de la NASA parecen constatar una pequeña disminución del contenido de ozono, podría existir una mera "relación casual" entre este fenómeno y la aparición de los aerolitos.

Por este motivo, insistió en que no se deben descartar otras hipótesis, como la posible influencia de los aviones en la formación del hielo, ya que aseguró que en los bloques "hay materiales que inducen a pensar que son productos de combustión".

A su juicio, los gases que emiten los aviones podrín haber acelerado el proceso de formación de los bloques, en el supuesto de que tuvieran un origen atmosférico.

Asimismo, explicó que el origen del hielo podría no tener relación con las condiciones de la atmósfera, en cuyo caso podría haberse formado en el fuselaje de los aviones.

El departamento de Química Analítica de la Universidad de Valencia estudió algunos fragmentos de aerolitos y emitió un informe previo, en el que no descartaba ninguna de estas hipótesis.

Aunque continúa estuiando la composición de los aerolitos, Pastor lamentó que no haya tenido acceso a todos los datos sobre la composición de los bloques de que dispone el CSIC.