A pesar de las condiciones genéticas que predisponen al hombre a padecer ciertas enfermedades, las condiciones medioambientales son igual de importantes a la hora de crear patologías que pueden causar la muerte.

El informe cita algunos ejemplos importantes de enfermedades generadas por la contaminación medioambiental, como el asma, causado o agudizado por los elevados niveles de toxicidad en el aire, y el cáncer, habiéndose detectado un mayor índice de afectados en zonas expuestas al uranio.

Respecto a las enfermedades respiratorias, recientes estudios indican que 20 millones de europeos sufren problemas respiratorios cada día. Además, los actuales niveles de ozono tienen mucho que ver en la muerte prematura de más de 20.000 personas al año. Según la agencia, se ha demostrado que la salud respiratoria y calidad de vida mejoran a medida que lo hace la calidad del aire.

El informe alerta del creciente número de casos de asma en toda Europa. Los costes sociales que esta dolencia genera se calculan en tres mil millones de euros anuales y los mayores afectados son los niños. El 7% de los niños europeos de cuatro a diez años son asmáticos, propoción que varía entre los 25 Estados de la UE.

El cáncer en los menores de 15 años sigue considerándose una de las principales causas de fallecimiento de los pequeños en los países industrializados. Los casos más frecuentes son leucemia y tumores cerebrales.

Estudios recientes han constatado un ligero incremento en el número de niños afectados desde mediados de los años ochenta y la exposición medioambiental no ha quedado excluida como componente adicional en la formación y desarrollo del cáncer.

La contaminación acústica también tiene su protagonismo en los problemas de salud. Es uno de los principales causantes de trastornos en el comportamiento social y en el sueño, lo que a su vez puede provocar enfermedades cardiovasculares, problemas hormonales y de bajo rendimiento laboral y escolar.

A su vez, las características de la población, como el nivel socioeconómico, son un factor también determinante en la incidencia de los problemas sanitarios causados por el medio ambiente. De ahí que se hayan constatado grandes diferencias entre la población residente en países industrializados y la población de los países en desarrollo, incluso entre las zonas este-oeste de Europa.