Las cinco granadas, M 75, habían sido depositadas bajo un armario de la tercera planta del establecimiento termal, envueltas en bolsas de plástico y unidas con una cuerda. Todas ellas se encontraban con la anilla de seguro puesta y una de ellas envuelta en papel de aluminio.

El especialista del Equipo EOD español, después de inspeccionar visualmente las granadas y con colaboración de la policía, decidió impedir el acceso a las plantas superior e inferior del hotel. Tras tomar las medidas de autoprotección necesarias, fue desactivando las granadas una a una, que fueron envueltas en una manta antiexplosión y retiradas del hotel.

El Balneario, que en esta época del año tiene una media de 50 huéspedes, principalmente reumáticos, provenientes de todas partes de Kosovo, no sufrió en ningún momento molestia alguna, ya que la planta en la que fueron encontradas las granadas, estaba siendo reformada.