"He venido a dar testimonio de condolencia en representación de todos los madrileños, creyentes o no", aseguró la presidenta del Ejecutivo regional.

Aguirre admitió que ahora tiene un sentimiento de "gran sensación de pérdida de esa figura histórica, una de las más importantes del siglo XX".

A su juicio, Juan Pablo II ha sido un ejemplo para todos, incluidos los no cristianos. "Tenemos que valorar lo que ha significado su lucha por la libertad: vivió la llegada de los nazis a su Polonia natal y cuando parecía que llegaba la liberación de aquel horror vivió también una tremenda ausencia de libertades en la tiranía comunista".

Por último, la presidenta de la Comunidad de Madrid dijo que los cristianos "sabemos que Juan Pablo II se ha ido a una vida mejor y para nosotros, los que nos quedamos en la Tierra, debe permanecer su ejemplo humano".