Tres años después, el Ayuntamiento madrileño apoya la instalación de una planta incineradora en Valdemíngomez, que probablemente empezará a funcionar en 1994.

Esperanza Aguirre declaró el pasado da 19 que "todo el mundo puede estar tranquilo, porque el procedimiento utilizado en Valdemingómez es el más ecológico de todos los actualmente conocidos".

Sin embargo, en el escrito que remitió a Xavier Pastor, la concejala señala que no tiene conocimiento en relación a posibles planes del Miniterio de Industria para instalar una incineradora en Madrid.

A continuación, Aguirre comunica al presidente de Greenpeace que había requerido información sobre la posible instalación de una planta de incineación en Madrid, que su departamento tiene previsto iniciar una experiencia piloto para la separación en origen de basuras en la Ciudad de los Periodistas.

Greenpeace acusa ahora a la edil madrileña de enmascar la construcción de la incineradora con este tipo de proyectos que divulgaban una imagen conservacionista.

Según Juan López de Uralde, portavoz de la organización ecologista, "la incineración de basuras es absolutamente inapctable", ya que consideran que provoca emisiones peligrosas para lasalud humana y el medio ambiente.

La asociación internacional pidió hoy a la concejala de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid que "cumpla su palabra manifestada por escrito y paralice de manera inmediata la construcción de la incineradora de Valdemingómez.