Así lo indicó la directora de la división de análisis económico de Airef, Esther Gordo, durante la presentación este jueves del ‘Informe sobre los Presupuestos iniciales de las Administraciones Públicas de 2022’, que incluye una actualización de las previsiones macroeconómicas debido a los efectos negativos de la guerra de Ucrania.

Durante la presentación, Gordo recordó que la anterior estimación, realizada en octubre de 2021, se realizó en un momento en el que se preveía un “crecimiento sólido” de la economía, pero que la situación cambió con la invasión de Ucrania por parte de Rusia.

Así, apuntó que ya en 2021 “había problemas” como los cuellos de botella en la cadena de suministro, pero que la guerra “ha agravado”, resaltando que el encarecimiento de los precios de la energía es “particularmente dañino”.

En este sentido, pese a la baja importación de materias primas energéticas de España a Rusia, la Airef resaltó que el aumento de los precios de las materias primas energéticas a nivel global “tiene un impacto negativo notable sobre el crecimiento y la inflación”. En concreto, la autoridad independiente calcula que el IPC medio en 2022 será del 6,2%, frente al 1,8% previsto en su anterior estimación.

Asimismo, aunque Gordo indicó la baja exposición comercial de España respecto a Rusia, señaló que puede haber “importantes efectos derivados de la exposición de los socios comerciales”, sumado al hecho de que Rusia y Ucrania sean importantes productores de materias primas.

Además, Airef también rebaja su estimación del impacto positivo del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) en 2022, pasando de un crecimiento asociado a dicho plan del 2,5% del PIB a un 1,8%, al prever que los recursos llegarán a la economía en un entorno más adverso, caracterizado por cuellos de botella y presiones inflacionistas, y, por tanto, con un menor multiplicador, que pasa del 1,2 al 0,9.

MENOR DÉFICIT

Por su parte, el director de la división de análisis presupuestario de Airef, Ignacio Fernández-Huertas, expuso la parte presupuestaria del informe, que incluye una previsión de déficit público del 4,2% del PIB para 2022, seis décimas menos respecto a la anterior previsión. Esto se debe, fundamentalmente, a la reducción del coste de las medidas covid y a que la evolución de los ingresos en 2021 y al inicio de 2022 ha sido “mucho más positiva de lo esperado”, lo que permitió cerrar 2021 en un 6,9% del PIB, un punto mejor de lo esperado en octubre.

Por subsectores, la Airef estima para la Administración Central un déficit del 3,3% del PIB en 2021, lo que supone una reducción de cinco décimas respecto a la previsión anterior. Además, reduce una décima la estimación de déficit en la Seguridad Social, hasta un 0,4% del PIB, tras cerrar 2021 con un déficit del 1% del PIB, mientras que sitúa el déficit de las comunidades autónomas en un 0,7%, tras cerrar casi en equilibrio en 2021. Por último, estima que las corporaciones locales mantendrán en 2022 el superávit del 0,3% del PIB, una décima superior respecto al Informe anterior.

Por comunidades autónomas, la Airef espera que Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, País Vasco, La Rioja, Madrid y Navarra cierren 2022 con un déficit inferior a la tasa de referencia del 0,6%, mientras que Castilla y León, Extremadura y Galicia cerrarían en torno a dicha tasa de referencia y Andalucía, Castilla-La Mancha, Cataluña, Comunidad Valenciana y Murcia tendrían déficits superiores al 0,6%.

En lo que se refiere a la deuda pública, la Airef estima una ratio de 113,9% del PIB en 2022, lo que supondría una reducción de 4,5 puntos respecto al cierre de 2021 en el 118,4%.

La Airef estima que dicha evolución más positiva en los ingresos en 2021 y el inicio de 2022, que cuantifica en 1,3 puntos del PIB, supera el coste de las medidas implantadas por el Gobierno para paliar los efectos de la guerra y el deterioro del escenario macroeconómico, que cifra en seis y una décimas más de déficit, respectivamente, respecto a la previsión de octubre.

Por otra parte, la reducción en la estimación del déficit también se debe a, por un lado, la reducción sustancial del gasto en medidas contra el covid-19 y, por otro, el efecto positivo del aumento de la inflación en la recaudación, especialmente a través del IVA. A este respecto, Airef calcula que cada punto de inflación supone algo más de 2.000 millones de euros de recaudación adicional.

INGRESOS Y GASTOS

En cuanto a las medidas tributarias adoptadas desde el anterior informe de octubre, Airef calcula que suponen una reducción de los ingresos de casi 5.500 millones de euros, de los que destacan, entre otras medidas, que 2.480 corresponden a la suspensión del impuesto sobre la producción eléctrica, 1.493 millones menos a la reducción del IVA aplicado a la electricidad y 859 millones de euros menos de recaudación por la reducción del tipo aplicado en el Impuesto Especial sobre la electricidad.

Por su parte, el impacto de las medidas de gasto previstas en el real decreto ley para hacer efecto a los efectos de la guerra, aumentan el déficit en más de 4.000 millones de euros, de los que, entre otras medidas, 1.200 millones corresponden al crédito extra para atención a refugiados procedentes de Ucrania; 1.071 millones a las ayudas al sector del transporte; y 1.053 millones a la bonificación en el precio por litro del combustible repostado.

En 2022, la Airef prevé que los ingresos crecerán en 2022 un 4,2% sin incluir el PRTR, situándose en el 42% del PIB, 44% incluyendo los ingresos del PRTR, debido a los mayores ingresos por IVA debido a la inflación y al peso del IRPF por “el buen ritmo del empleo y el mayor dinamismo de los salarios”.

Los gastos, por su parte, se situarán en 2022, sin incluir el PRTR, en el 46,2% según las estimaciones de la AIReF, frente al 45,5% previsto en el Informe anterior, con un aumento de tres décimas debido a las medidas para paliar la crisis energética y de la guerra de Ucrania y el efecto de la inflación; otras dos décimas atribuibles al efecto de la inflación en el pago de intereses; y otras dos décimas más en prestaciones sociales.

La autoridad independiente también advirtió que las tensiones inflacionistas afectarán a la evolución de los gastos en 2023, ya que tendrán un impacto “directo y automático” en las pensiones, que se revalorizarán en 2023 según el IPC de 2022, de manera que cada punto adicional de inflación en 2022 elevará el gasto en torno a 1.500 millones en 2023.