Más allá de la tramitación parlamentaria de la ley, Oliva se pronunció sobre su contenido, advirtiendo de que el texto “contraviene los más elementales principios de derecho penal, pues no ofrece mecanismos de seguridad jurídica para la ciudadanía ni para los operadores jurídicos sobre lo que es o no amnistiable”.

A su juicio, “el texto es perverso, por cuanto busca trasladar al Poder Judicial lo que es o no amnistiable bajo una redacción intencionadamente confusa o ambigua, provocando que cualquier tipo de interpretación válida sea calificada como prevaricadora”.

De ello concluye que “entramos en una fase de erosión del Estado de Derecho con un pronóstico incierto” y que bajo el argumento de favorecer la convivencia democrática, esta ley va a provocar “una profunda desigualdad entre españoles. Tristemente creemos que esta ley no nos va a hacer mejores, nos va a hacer más desiguales”.