Así se expresó Albares en declaraciones este lunes desde la ciudad de Sharm el-Sheij en las que señaló que el de hoy es un día de "celebración y felicidad" por el fin del secuestro de los israelíes que aun permanecían en manos de Hamás y que ya han podido regresar con sus familias. También por el inicio de la entrada de ayuda humanitaria en los territorios afectados por el conflicto.

Con respecto al acuerdo para el alto el fuego afirmó que hay que "felicitar a los mediadores que han logrado este momento" que sirve para "ofrecer un futuro de esperanza al pueblo palestino" y felicitó además a "Qatar, a Egipto, a Turquía, a Estados Unidos". Relató que España "ha estado apoyando este proceso y apoyando la paz desde sus inicios" y que ahora hay que "dar nuevos pasos" para "ampliar ese camino de esperanza y para consolidarlo". Pasos que redundan, según el ministro, en "consolidar el alto el fuego para que sea definitivo".

Añadió que hay que trabajar en "la reconstrucción de Gaza, para ofrecer un futuro a ese pueblo gazatí que se encuentra en estos momentos con sus casas completamente devastadas y para poner en pie aquello que España lleva diciendo desde hace ya dos años", "la solución de los dos Estados". Subrayó que España ya avanzó en esta solución con el "reconocimiento del Estado palestino" junto a Noruega, Eslovenia e Irlanda y zanjó que esta es "la única solución que va a traer paz, estabilidad y seguridad a palestinos, israelíes y a todos los pueblos de oriente medio".

En relación al papel de España, reflexionó que desde el principio ha sido una voz que "pedía paz" y que "pedía el final de las operaciones militares de Israel en Gaza", además de exigir "la liberación incondicional de los rehenes" y la ruptura del "bloqueo" que condujo a la "hambruna". "Muchas de esas cosas ya están conseguidas, se trata de consolidarlas y se trata de avanzar aquello por lo que llevamos apostando desde el primer momento, que es poner en pie, implementar la solución de dos Estados para permitir que un Estado palestino realista y viable pueda coexistir y convivir garantizándose prosperidad, seguridad, paz a un Estado de Israel recíprocamente", aseguró.

"RESPONSABILIDADES"

No obstante, Albares admitió que las "responsabilidades" de Israel tras lo sucedido "están ahí", "eso no va a variar". El titular de Exteriores recordó que actualmente hay "un caso ante el Tribunal Internacional de Justicia basado en la Convención para la prevención y sanción del delito de de genocidio", así como "una investigación de la Corte Penal Internacional" y de "la propia Fiscalía Española" que "es algo que va a continuar".

Tampoco dejó atrás las acciones de Hamás que, señaló, es una "organización terrorista que no puede estar, evidentemente, en una conferencia" como la de Sharm El-Seij y que "no puede representar ningún papel en la futura gobernanza de un Estado palestino realista y viable porque Hamás no cree en la solución de dos Estados, porque Hamás no cree en la paz". Apuntó también que Estados Unidos y Egipto son quienes han decidido "a quién se invitaba, cómo se organizaba y los Estados que estaban en torno a la mesa".

En cualquier caso, insistió en que todos los países presentes en la conferencia están "unidos en torno a la esperanza de que es posible una paz definitiva" y de que "esta vez, y es lo que España quiere, debe ser la última vez que se vea esta espiral de violencia entre palestinos e israelíes, entre israelíes y palestinos".

Preguntado por la intervención del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, frente al parlamento de Israel este lunes, replicó que no tuvo la oportunidad de escuchar sus palabras pero reiteró el papel "crucial" de Estados Unidos en el acuerdo y el de otros países como Egipto, Qatar y Turquía, "fundamentales para conseguir este momento de paz y esperanza".

En esa línea, aclaró que no teme "en absoluto" que Trump pueda tener algún gesto malo hacia España tras las declaraciones del líder estadounidense sobre la posibilidad de que España deje de formar parte de la OTAN. "Esto es una conferencia una cumbre para la paz, ese es el nombre que que tiene y es un momento para la esperanza en torno a Oriente Medio y para demostrar que aquí estamos todos los que creemos que hay un futuro en paz posible para los palestinos, para los israelíes y para todos en Oriente Medio, que no hay una especie de maldición divina que dice que la única forma de relacionarse entre israelíes y palestinos es a través de la violencia".