Con el viaje, José Manuel Albares tratará de escenificar el final de la crisis abierta en marzo de 2022, cuando el Gobierno de Abdelmadjid Tebboune retiró al entonces jefe de su legación en Madrid, Said Moussi, en protesta por el apoyo brindado por el Ejecutivo español al plan de Marruecos para el Sáhara.

El pasado 14 de noviembre el Consejo de Ministros aprobó la propuesta de concesión de beneplácito para jefe de misión extranjera, solicitado por Argelia, para el diplomático Abdelfetah Daghmoum, que ya trabajó en la Embajada de Argelia en la capital española.

Desde el primer momento, Albares defendió que España “no ha tomado ninguna medida que afecte a Argelia ni a los ciudadanos argelinos”, por lo que abogó por “el diálogo, que se reconduzcan las relaciones diplomáticas, y tener con Argelia las relaciones que tenemos con todos nuestros vecinos, y que no sean mutuamente excluyentes”.

El ministro ha insistido en todo momento que Argelia es un país amigo, y que España tiene siempre la mano tendida a Argelia para mantener y desarrollar las estrechas relaciones de vecindad y cooperación entre los dos países.

MEJORA PROGRESIVA

Las conexiones aéreas entre ambos países han comenzado a normalizarse, y ya son 25 las frecuencias semanales que operan compañías europeas y argelinas entre España (Madrid, Barcelona, Alicante, Palma) y Argelia, con tres frecuencias adicionales previstas para los próximos días.

Asimismo, las restricciones comerciales que Argel impuso han comenzado a levantarse, y a este respecto el 14 de enero se autorizaron las exportaciones españolas de productos avícolas, y el día 5 de febrero las de carnes rojas.