SEO/BirdLife hizo este martes esa consideración a través de un comunicado, en el que apuntó que las inundaciones dejaron tras de sí “una marea de residuos y sedimentos que alteró profundamente el equilibrio” de La Albufera.

“A día de hoy, los efectos siguen siendo visibles: los arrozales de la zona norte presentan aún gran cantidad de basura y lodo, acequias obstruidas, playas cubiertas de residuos, y una biodiversidad amenazada que trata de pervivir”, añadió.

SEO/BirdLife subrayó que, “aunque el esfuerzo ha sido enorme” en los trabajos realizados en el marjal y las playas, “el parque natural todavía se encuentra lejos de la normalidad”.

Esta organización contribuye desde el pasado diciembre a las labores de retirada de residuos a través de jornadas de voluntariado ambiental en el Marjal de Catarroja y playas del término municipal de Cullera, ayuntamiento con el que se ha coordinado para realizar trabajos a mano tras el paso de la maquinaria.

Ello permite hacer una limpieza más fina y en detalle, con retirada de plásticos y otros residuos más pequeños que permanecen en zonas poco accesibles o que son devueltos por el mar.

En las 15 acciones de voluntariado realizadas desde entonces (12 en marjal y 3 en playas), se han retirado 43.117 kilos de residuos, de los cuales 823 fueron en playas, y se ha contado con la ayuda de 306 personas voluntarias.

Entre los residuos más frecuentes tanto en el marjal como en las playas destacan los plásticos (un 40,5% del total), entre ellos envases y botellas de plástico, objetos de uso doméstico de plástico pequeños y microplásticos, envases de aceite de motor, productos adhesivos, envases agrícolas, tuberías o poliespán.

Aunque en menor proporción, también se han retirado residuos como neumáticos, botellas y tarros de vidrio, maderas, textiles y grandes voluminosos (botellas de gas, calentadores de agua, neveras o contenedores de plástico para transportar alimentos).

MARJAL

Por otro lado, SEO/BirdLife indicó que el marjal de La Albufera “continúa sufriendo las secuelas del arrastre masivo de residuos y sedimentos” y que la recuperación de buena parte de los arrozales del marjal norte es todavía parcial.

En particular, los arrozales colindantes al tramo final del Barranco del Poyo todavía se encuentran bajo alteraciones notables. El enorme volumen de sedimentos procedentes de la avenida cubre los campos de arroz, lo que imposibilita la circulación del agua, así como el cultivo de arroz.

“A pesar de los intensos trabajos de limpieza, la presencia de residuos expuestos o enterrados en sedimentos todavía es masiva”, añadió.

SEO/BirdLife indicó que ello tendrá este año un impacto en la cosecha de arroz y supondrá una reducción del hábitat que permite la reproducción y la alimentación de especies de aves acuáticas, como la cigüeñuela común, o especies catalogadas, como la garza imperial o la garcilla cangrejera.

PLAYAS

Por otra parte, la cantidad de residuos acumulados en las playas ha comprometido el hábitat de cría del chorlitejo patinegro, especie catalogada como ‘vulnerable’ que durante estas últimas semanas ha iniciado su temporada de cría.

Las playas del Parque Natural de La Albufera representan un lugar clave para la supervivencia de esta especie, al acoger un 40% de la población total en las playas de la Comunidad Valenciana, esto es, entre 50 y 70 parejas.

Las tareas de limpieza desarrolladas en las playas del parque natural y en zonas próximas han permitido que playas naturales, pese a no haber recobrado aún el estado previo a la dana, reúnan las condiciones mínimas para que el chorlitejo patinegro encuentre lugares adecuados para reproducirse.