La pasada semana, los alcaldes de las tres ciudades, que suman más de medio millón de habitantes, presentaron su propuesta conjunta para soterrar la línea de Cercanías C-5, que va dirigida, además de al Ministerio de Fomento, al Gobierno de la Comunidad de Madrid.

Los citados ayuntamientos han aprobado en sus respectivos plenos municipales una proposición en la que instan a las administraciones central y regional a la firma de una convenio que permita la financiación de este proyecto a partes iguales entre las tres partes implicadas (Gobierno central, Comunidad de Madrid y ayuntamientos).

El soterramiento de las líneas de ferrocarril -un total de seis kilómetros en el término municipal de Alcorcón, cuatro en el de Fuenlabrada y cerca de nueve en el de Leganés- permitirá, según los los ayuntamientos afectados, eliminar una barrera arquitectónica histórica que divide las ciudades, además de aportar múltiples beneficios.

Entre estos beneficios, destacan la posibilidad de crear nuevos aprovechamientos lúdicos y de esparcimiento, a través de la creación de zonas peatonales o grandes bulevares de acceso peatonal y carril-bici, así como nuevas áreas de oportunidades de desarrollo económico y social para las ciudades.