ALFONSO ESCAMEZ DEFIENDE UNA MAYOR PRESENCIA DE LA BANCA EN LA INDUSTRIA ESPAÑOLA
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El presidente del Banco Central Hispanoamericano (BCH), Alfonso Escámez, defendió hoy, en un encuentro con periodistas, un mayor protagonismo de la banca en la creación de grupos industriales capaces de competir en el mercado único de 1993.
Escámez, que anunció un incremento superior al 8 por cien en el beneficio neto de la entidad durante el primer trimestre de 1992, dijo que "la banca en España tiene todavía una función importante que realizar para apoyar a las empresas en elreto de incremento de la competitividad que se nos viene encima".
Rechazó los comentarios de quienes desechan la opción de banca industrial y recordó que "los países que más desarrollo han logrado son aquellos en los que la banca ha tenido un protagonismo más fuerte en la reactivación".
"La inversión bancaria en la industria", explicó, "es buena si no se pone nunca en peligro su solvencia, y se procura que el patrimonio y capital de la entidad sea importante, para no poner nunca en riesgo los recrsos de los clientes".
Puso como ejemplo al propio BCH, cuyas participaciones en la industria ascienden actualmente a 300.000 millones de pesetas, con un grupo industrial que genera el 4,5 por ciento del PIB español.
Escámez dijo que la política de reparto de dividendos que ha practicado la banca, inspirada en los criterios del Banco de España, "ha sido buena para el saneamiento de las entidades, pero mala para la imagen de rentabilidad que se trasladaba a través de los medios de comunicación". A su juicio, ahora sería más conveniente aumentar el reparto de dividendos y reducir las provisiones, para favorecer más a los accionistas de las entidades.
APOYO AL PLAN DE CONVERGENCIA
Por otra parte, el presidente del BCH defendió el Plan de Competitividad, al que calificó de "sacrificio necesario", y dijo que "España debe estar en Europa, pero no debemos conformarnos con ser los pobres de Europa. Este esfuerzo debe ser de todos, de los de arriba, los de abajo y los del medio".
En su opinón, es necesario reducir los costes laborales y fiscales de las empresas, así como el déficit público, renunciando a mantener empresas que no son rentables, "porque eso es tirar el dinero".
(SERVIMEDIA)
24 Abr 1992
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