Pastor, que participó en una reunión con analistas financieros organizada por casa de bolsa FG, dijo tener la impresión de que en el segundo semestre de 1995 "se producirán factores favorables para que la inflación vuelva a tomar una senda descendente".

El responsable de Economía señaló que el Gobierno no revisará el objetivo e inflación, y que los aumentos de precios han pasado ya el peor momento, aunque reconoció que lo importante no es la impresión del Gobierno, sino lo que piense el Banco de España que es el que debe valorar si la inflacion se corresponde con los criterios aplicados por la autoridad monetaria.

Pastor señaló que, aunque es el Banco de España el que debe decidirlo, desde el punto de vista del Gobierno no existe razón para elevar los tipos de interés, y que conviene esperar los próximos meses para comprobr la evolución de la inflación.

También dijo que es importante que se consolide la credibilidad de la política monetaria, porque si se generan espectativas claras de que el Banco de España aplicará subidas de tipos de interés en cuanto lo considere necesario, esa misma posibilidad bastará para que se modere la subida de la inflación.

Durante su intervención, Pastor dijo también que la subida de las tarifas telefónicas para 1995 "probablemente no nos darán el susto que nos dieron en agosto de 1994.

Pastor manifestó que el crecimiento del 2,8% de la economía previsto por el Gobierno para este año ha sido ya superado en el primer trimestre del año, y aseguro que "nuestra economía está creciendo por debajo de nuestro nivel potencial" y que previó se alcance en 1996 y se moderará en 1997.

Respecto al comportamiento de la peseta se mostró tajante al afirmar que la divisa española seguirá en el seno del Sistema Monetario Europeo (SME) y que no ve riesgos de una posible presión sobre la moneda qe la obligue a salirse del Sistema. En cualquier caso, dijo, el Gobierno no utilizará los tipos de interés para defenderla.

Insistió en que los presupuestos de 1996 serán cruciales para demostrar si el Gobierno español es capaz de reducir el déficit público, y añadió que los objetivos del Plan de Convergencia para reducir el déficit en 1996 es "un objetivo que aunque díficil es factible", porque hay mas sensibilidad sobre la relación entre el déficit público, la inflación y la subida de los tipos de iterés.