A juicio de Greenpeace, este mal funcionamiento es una muestra evidente de la falta de seguridad de esta instalación nuclear, ya que la importancia de un buen funcionamiento de estos componentes radica en que las barreras de control son el elemento fundamental del sistema de seguridad, puesto que su función es regular y parar la reacción nuclear de la cadena que tiene lugar en el núcleo del reactor.

Para cumplir adecuadamente con su función, las barreas de control tienen que introducirse en el interior del núcleo sin retardo alguno con respecto al tiempo establecido.

Según la organización ecologista, "una disfunción de estos componentes incrementaría peligrosamente el riesgo de que se desencadenara un accidente con fusión del núcleo del reactor, sin que quedara otro mecanismo efectivo de seguridad que pudiera evitarlo".

A juicio de Carlos Bravo, portavoz de Greenpeace, "la existencia de fallos reiterados en el funcionamiento de las barreras d control de la central nuclear de Almaraz implica, como mínimo, un importante deterioro de los márgenes de seguridad de esta central".