Así lo indicó en declaraciones a los medios de comunicación en la sede de la EMT en La Elipa, donde añadió que en este conflicto “no hay equidistancias, o estás con el que ha invadido Ucrania o estás con el que está defendiendo Ucrania de la invasión y los que estamos defendiendo la democracia y la libertad en el mundo”.

Por ello, señaló que si estás con los ucranianos “no puedes hablar de que es necesario hacer una ‘diplomacia de precisión’, porque es una vulgar excusa para no situarse, como diría Pedro Sánchez, aunque él lo haya hecho a rastras y del ronzal, en el lado correcto de la historia”. En este sentido, incidió en que Unidas Podemos “habitualmente ha estado en el lado incorrecto de la historia y de eso caben pocas dudas”.

En este sentido, Almeida criticó que el PSOE acuerdo las políticas de Estado “con partidos que no son de Estado”. Por tanto, “las cuestiones esenciales para el propio prestigio y relevancia de España en el exterior, uno no puede ir de la mano de Podemos, y creo que eso todo el mundo lo puede entender”.

El alcalde insistió en el “prestigio internacional” de España “no merece que forme parte del Gobierno de esta nación un partido que está discutiendo abiertamente que se deba prestar apoyo militar y que no se deben enviar armas a Ucrania o que se utilicen expresiones como ‘Diplomacia de precisión’ por parte de la ministra Irene Montero”.

Almeida comentó que, “si por algo se ha caracterizado Podemos es por ni ser diplomático ni por tener precisión alguna a la hora de abordar cualquier tipo de asunto”, por lo que lamentó que los españoles asisten “un tanto atónitos” a que pueda formar parte del Gobierno un partido que define al PSOE como un “partido de guerra” y que, al mismo tiempo, “mina claramente el prestigio internacional de España”.

A este respecto, opinó que cuando Sánchez no es incluido en la ronda de llamadas del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, “habría que preguntarse no solo si es por Pedro Sánchez o si es también porque Unidas Podemos forma parte del Gobierno y, por tanto, no somos de fiar en el ámbito Atlántico de nuestras relaciones internacionales”.