Almunia, que hizo estas declaraciones a un grupo de periodistas, admitió que la propuesta de abrir un debate sobre la legalización del hachís no fue acertada, aunque subrayó que las palabras de López Riaño "se han sacado un poco de contexto y se les está dando demasiada trascendencia". Preguntado por la decisión de López Riaño de supeditar su continuidad en el cargo al apoyo que le muestren tanto el Ejecutivo como su grupo parlamentario, Almunia insistió en que el delegado gubernativo se debe al Ejecutivo que lo nombró, que es el que puede tomar una decisión en un sentido o en otro.

El portavoz socialista dijo que había hablado recientemente con López Riaño y que le encontró preocupado por la repercusión que han tenido sus manifestaciones en la opinión pública. "Yo creo que él n pretendía crear un debate como el que se está produciendo y que pensaba en otro tipo de debate", indicó.

OTROS FRENTES

Sobre las críticas surgidas en el Grupo Socialista por la propuesta de López Riaño, Almunia explicó que éstas se centraron en la inoportunidad de abrir un debate de ese tipo, cuando en la lucha contra la droga hay otros frentes más importantes y urgentes.

Almunia, quien destacó que él mismo se encontraba entre los que así piensan, señaló que la sociedad española tiene otras procupaciones, como las dificultades para conseguir sentencias firmes que castiguen a los narcotraficantes y la impunidad con que se mueven los vendedores de estupefacientes.

"Creemos que todas las medidas que sirvan para luchar contra el narcotráfico, para impedir el blanqueo de dinero y para prevenir y blindar a la juventud para que no caiga en la droga", aseguró Almunia, "son más importantes que abrir un debate sobre la legalización de las drogas 'blandas'".

Almunia agregó que debates que sin dua tienen su interés, sobre cómo se combatiría mejor la droga en un mundo ideal, a base de una menor utilización del instrumento penal, "no deben estar en el orden del día en la España de 1994".