Almunia dijo que las últimas cifras del déficit son "inequívocamente" positivas y "casan muy mal" con las imputaciones que ha recibido el PSOE por parte de los máximos responsables del PP.

El portavoz del PSOE expresó sus sospechas de que, en el mejor de los casos, al nuevo ministro del Trabajo, Javier Arenas, o al secretario de Estado de la Seguridad Social, Juan Carlos Aparicio, les han suministrado unas previsiones monetarias que les han inducido a error.

A su juicio, las acusaciones ontra el PSOE pueden deberse "a la ignorancia, la incompetencia o la mala fe" de los nuevos gestores, "y yo prefiero quedarme con la primera hipótesis".

Según Almunia, si el nuevo gobierno no comete "ninguna tontería", las últimas cifras del déficit y el ligero superavit que arroja la Seguridad Social en el primer trimestre del año hacen pronosticar que se podrán cumplir los objetivos de convergencia marcados para finales de 1996.