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ALREDEDOR DE 300.000 ESPAÑOLES PADECEN DEGENERACIÓN MACULAR, LA PRINCIPAL CAUSA DE PÉRDIDA DE VISIÓN ASOCIADA A LA EDAD

MADRID
SERVIMEDIA

Alrededor de 300.000 personas padecen Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAD) en España, una patología que constituye la principal causa de pérdida grave de visión en personas con edad superior a los 55 años en el mundo occidental.

Según señaló en un seminario para periodistas sobre patologías oculares asociadas a la edad, el doctor Borja Corcóstegui, presidente de la Sociedad Española de Retina y Vítreo (SERV), el 29% de la población de más de 55 años, más de tres millones de españoles, está en riesgo de padecer esta patología oftalmológica.

A juicio de la Organización Mundial de la Salud, se trata de una patología que triplicará su prevalencia en las próximas décadas como consecuencia del incremento de la longevidad.

En general, comienza desarrollándose en uno de los ojos para luego afectar al otro y provoca una visión tan limitada en el enfermo que le impide llevar a cabo actividades habituales como conducir, ver la televisión, leer o reconocer las caras. Suele aparecer a partir de los 55 años y un 40% de las personas diagnosticadas tiene en la actualidad más de 75.

El doctor Corcóstegui indicó que "al principio, la DMAE puede no provocar síntomas y es el retinólogo quien la descubre, aunque normalmente el paciente acude a la consulta tras notar algo extraño al mirar objetos con formas rectas, que se suelen ver distorsionados o con una mancha central".

DETECCIÓN PRECOZ

Por este motivo, los expertos recomiendan revisarse la vista con frecuencia, ya que la DMAD no suele afectar de manera significativa a la visión de la persona hasta que se ha producido un daño considerable.

La mayoría de los pacientes con DMAE neovascular (la forma más grave de la enfermedad) padecerá, tras los primeros síntomas, un crecimiento acelerado de nuevos vasos sanguíneos en el centro de la retina, lo que forma una cicatriz y destruye la visión central en un tiempo que puede variar de los dos meses a los tres años y que deja al enfermo únicamente con una visión periférica.

En este tipo de DMAD, la detección precoz es vital, puesel tratamiento puede frenar la progresión de la enfermedad. "La mayoría de los pacientes padece la forma menos grave, la seca o no-vascular, en la que se forman unos depósitos amarillos que no afectan de manera drástica a la visión", afirma el profesor Manuel Sánchez Salorio, ex-presidente consejero de la Sociedad Española de Oftalmología.

"Pero el resto", continúa, "tiene la forma más grave, que puede acabar con la visión central en cuestión de días o semanas".

La creación de vasos sanguíneos anormales provocada por la DMAE neovascular, que da lugar a derrames en la parte posterior de la retina, puede acabar dañando el tejido de forma irreversible y, una vez perdida la visión, no existe ningún tratamiento capaz de recuperarla, subrayan los expertos.

La degeneración macular asociada a la edad afecta por igual a mujeres que a hombres y, en el mundo, se dan unos 500.000 nuevos casos cada año. Esta patología causa el deterioro de la mácula, una región muy pequeña del ojo y la más sensible de la retina que es responsable de la visión clara y central necesaria para actividades diarias como leer o conducir.

(SERVIMEDIA)
28 Feb 2006
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