Desde que Rusia invadió Ucrania en febrero de 2022 las personas mayores con discapacidad se han visto particularmente afectadas: sus estilos de vida, interacción social y vida diaria ya no son las mismas.

Un reciente informe de Amnistía Internacional muestra cómo el conflicto armado “ha sometido a una tensión sin precedentes al ya desbordado sistema de salud ucraniano”, lo que ha traído como consecuencia que muchas personas mayores, incluidas aquellas que tienen discapacidad, “vivan separadas de sus familias y se enfrenten a segregación y aislamiento”.

ABOCADOS A VIVIR EN INSTITUCIONES

La falta de un sistema adecuado de atención médica y de vivienda se ve agravada por la ausencia de familiares jóvenes que antes ayudaban a la atención de estas personas mayores. “Los jóvenes han huido al extranjero, a otras partes de Ucrania o se han alistado al Ejército”, señaló la organización defensora de los derechos humanos en dicho documento.

“La vida en cama es insoportable. Lo más duro es la falta de interacción social. Nunca fui una persona postrada, siempre había podido usar mi silla de ruedas”, comentó Halyna Dmitriieva, una mujer de 52 años que tiene parálisis cerebral y que pasó varios meses sin poder usar su silla de ruedas en la institución en la que vivía.

“Incluso después de ser desplazadas a partes más seguras de Ucrania, las personas mayores, especialmente las que tienen discapacidad, siguen enfrentándose a enormes dificultades a la hora de rehacer una vida digna, luchando por acceder a una vivienda adecuada, a servicios de apoyo y a atención médica”, comentó la investigadora de Amnistía Internacional, Laura Mills, en una nota de la organización.

“La respuesta humanitaria”, continuó, “no es suficiente para satisfacer la demanda de vivienda adecuada”. Las personas mayores con discapacidad “se ven obligadas a vivir en instituciones, lejos de sus familias y aisladas de sus comunidades”.

REFUGIOS INACCESIBLES

A tenor del informe de Amnistía Internacional “casi todos los refugios visitados son inaccesibles” para este colectivo.

“La persona que dirigía un campo para jóvenes en Koviahy, región de Járkov, que ha sido convertido en refugio, comentó a Amnistía Internacional: ‘Vinieron hasta aquí personas en sillas de ruedas, pero ni siquiera pudimos acogerlas para que pasaran la noche; tuvimos que decirles que se marcharan. No tenemos rampa delante del edificio", explicó la organización.

“Ucrania está obligado a garantizar el acceso de las personas con discapacidad a su entorno físico en condiciones de igualdad”, al ser un Estado Parte en la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.

No obstante, el equipo de investigación de Amnistía Internacional denunció “la falta de refugios físicamente accesibles” que obliga a su personal a enviar a las personas mayores con discapacidad a instituciones”.