"Esta pasividad hacia la suerte de miles de personas víctimas de desapariciones, ejecuciones extrajudiciales y torturas por parte de las fueras de seguridad argelinas o de terribles abusos por parte de grupos armados, contrasta con los frecuentes intercambios políticos y comerciales entre Argelia y España", señala el informe.

El informe analiza críticamente las iniciativas emprendidas en los últimos meses por la comunidad internacional, que, a su juicio, sólo han servido para lavar la imagen del Gobierno argelino, en vez de propiciar la puesta en marcha de una investigación internacional independiente como paso previo para poner en marcha niciativas eficaces, como han solicitado AI y otras organizaciones.

Asimismo, el informe destaca también las restricciones a la hora de tramitar solicitudes de asilo de ciudadanos argelinos. Según datos oficiales, 273 argelinos habían presentado solicitud de asilo en España durante el año 1997, pero 126 de ellas no fueron admitidas a trámite "tras un examen somero", critica AI. Además, en el mismo periodo de tiempo 324 ciudadanos argelinos fueron expulsados de España a Argelia.

En opinión de Amnitía, las solicitudes presentadas por ciudadanos argelinos no se están analizando con el debido rigor que demanda la crisis de derechos humanos que vive Argelia, y tampoco se están adoptando medidas para asegurar que los que son expulsados de España no corran el riesgo de ser sometidos a violaciones de derechos humanos a su llegada a Argelia.