En el escrito se expone que "la nueva Presidencia comienza su andadura en unos momentos en que la crisis de los derechos humanos en Colombia se está agudizando y millones de personas sufren a diario las consecuencias de la violencia política y las violaciones de derechos humanos".

A juicio de esta orgnización, existen unas líneas básicas de actuación, resumidas en las recomendaciones de las Naciones Unidas, que el Gobierno colombiano debe emprender para poner coto a la vulneración de los derechos humanos.

En la carta, Amnistía Internacional reitera su preocupación por algunos de los planes que anunció Uribe, como la creación de una milicia civil de informantes, medida con la que se corre el riesgo de involucrar aún más a la población civil en el conflicto y de consolidar la estrategia paramilitar espaldada por el Ejército.

Por otro lado, AI se opone al plan del Gobierno para restablecer la facultad presidencial de decretar el estado de sitio, ya que a su juicio facilitaría la comisión de violaciones de derechos humanos, al suprimir la supervisión judicial y legislativa.

Finalmente, Amnistía destaca en su carta que, "uno tras otro, los sucesivos gobiernos colombianos han fracasado en su empeño y permitido el sacrificio de los derechos humanos en aras de la seguridad. Ha llegado la hora de omprender que la seguridad no puede nunca lograrse a costa de los derechos humanos".