Rodríguez Zapatero clausuró el tercer congreso del Consejo Estatal de Personas Mayores, y respondió de esa forma a una de las demandas contenidas en las conclusiones del colectivo, que demanda mayor participación en el diseño de las políticas que le afectan.

Precisó ante el auditorio que la subida de las pensiones mínimas un 30% en los últimos cuatro años no es una "exhibición", porque reconoce que aún "estamos lejos de lo deseable, de la dignidad", por lo que deben seguir mejorando.

Sin embargo, lanzó un mensaje de "confianza y futuro" al asegurar que el sistema de Seguridad Social está "más fuerte que nunca en España" gracias a un fondo de reserva de 58.000 millones de euros y 2,7 activos por cada pensionista.

A pesar de la crisis, el año cerrará con superávit en la Seguridad Social, reiteró, y por ello aseguró que en el Gobierno "no nos dejaremos llevar por algunas voces que pretenden decir que nuestro sistema no es sólido".

El objetivo, sentenció, es que "mi generación también pueda escuchar estas palabras que yo estoy diciendo hoy", que el sistema es fuerte y que se debe seguir apostando por mejorar las pensiones mínimas.

El presidente resaltó la contribución de los mayores al progreso democrático y económico de España, y garantizó a los miembros del Consejo que tienen a su entera disposición a la ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, que además de sensible es "extraordinariamente agradable y simpática".

Sentado junto a Jiménez, el presidente escuchó las conclusiones del Congreso y llamó después al Consejo a colaborar en la redacción de un Libro Blanco que sirva de base para el plan integral de envejecimiento activo que el Gobierno quiere poner en marcha el próximo año.

El aumento de la esperanza de vida debe ser una "magnífica noticia" para una sociedad, dijo el presidente, después de contar a los presentes que sus abuelas vivieron 103 y 101 años, en parte por sus "enormes ganas de vivir y su visión austera y sencilla de la vida".

LEY DE DEPENDENCIA

Por ello, garantizó que continuará el despliegue de la Ley de Dependencia, a pesar de que "lleva su tiempo" debido a la inversión requerida y la necesidad de coordinar a las comunidades autónomas. "Sabemos que en algunos territorios no funciona igual que en otros", dijo.

Hay ya cerca de 800.000 personas evaluadas, se ha reconocido derechos a 600.000 y 400.000 ya están recibiendo prestaciones, y garantizó el máximo esfuerzo para que esa ley navegue cuando antes "a velocidad de crucero".

Subrayó también que en los últimos cinco años se han duplicado las plazas de vacaciones para mayores y termalismo social, que se seguirán promoviendo por su rentabilidad económica y en términos de bienestar. Recordó que para Jorge Luis Borges la vejez "puede ser el tiempo de nuestra dicha", y llamó a hacerlo posible.

El Congreso trabajó en tres ponencias en las que se sintetizan sus demandas: envejecimiento activo y participación, igualdad de oportunidades y relaciones intergeneracionales. Reclaman sobre todo ser escuchados al diseñar las políticas que les afectan y tener por ello presencia en el Pacto de Toledo, en el Consejo Económico y Social y en los consejos de administración de las cajas de ahorro.

Quieren que en la Educación Infantil se enseñe la aportación de los mayores a la sociedad y que se rechace la idea de que son "una carga", que se evite el "edadismo", las discriminaciones por razón de edad, más geriatras, mejores pensiones y una implantación de la Ley de Dependencia igualitaria en todo el territorio.

Reclaman, también, que la sociedad lo sea "para todas las edades", con mecanismos de comunicación, relación y solidaridad entre las distintas generaciones, no sólo en el ámbito de cada familia.