Oftalmología

Anticiparse a la cronicidad del edema macular diabético es clave para evitar la ceguera irreversible

MADRID
SERVIMEDIA

Oftalmólogos nacionales e internacionales aseguraron este jueves que anticiparse a la cronicidad del edema macular diabético (EMD) y sus estadios más graves es clave para evitar la ceguera irreversible, según lo apuntaron en el Simposio ‘Management of Diabetic Macular Edema: Bridging the real-world efficacy gap’, celebrado en el marco del 22º Congreso de Euretina que se celebra en Hamburgo, Alemania.

El EMD es una patología ocular que aparece como consecuencia de los cambios metabólicos secundarios provocados por el mal control de la glucemia en personas con diabetes. En el curso de la enfermedad, la mácula, –la parte de la retina responsable de la visión central y de los detalles– se inflama y acumula líquido. Esta es una de las causas por las que el edema macular diabético es la primera causa de pérdida visual en pacientes diabéticos6.

Cerca del 7,6% de los pacientes con diabetes en el mundo padecen esta enfermedad oftalmológica. Esto se traduce en que, en España, unas 300.000 personas sufren esta patología, que puede desembocar en ceguera irreversible si no se trata.

Por ello, el objetivo de los tratamientos del EMD es evitar el deterioro de la mácula, reduciendo el edema antes de que este se cronifique y el daño sea irreversible.

MOMENTO ADECUADO

Por ello, el oftalmólogo del Hospital Clínic de Barcelona, el doctor Javier Zarranz-Ventura, explicó durante este Simposio que “la cronicidad del EMD aumenta el componente inflamatorio del edema”.

A esto añadió que “una correcta elección del tratamiento en el momento adecuado, que tenga precisamente en cuenta dicho componente, incrementa la probabilidad de conseguir una mayor ganancia visual”. La forma de lograrlo pasa por conocer, con exactitud, en qué momento de la enfermedad se encuentra el paciente.

En este sentido, la European School for Advanced Studies in Ophthalmology (Esaso) propone una clasificación del EMD según su progresión en cuatro estadios: temprano, avanzado, grave y atrófico. Los más decisivos son el avanzado y el grave, especialmente debido a que la respuesta al tratamiento difiere de forma considerable dependiendo de en cuál de estas dos etapas esté el paciente.

Esta clasificación, junto con la utilización de biomarcadores de imagen, están favoreciendo la implantación de la medicina de precisión en el ámbito del edema macular diabético.

BIOMARCADORES

Actualmente, existen biomarcadores que podrían ayudar a distinguir los EMD en los que la inflamación juega un papel preponderante, y que por tanto son predictores de la buena respuesta a los fármacos antiinflamatorios de uso intravítreo. Para detectarlos, es necesario el uso de la tomografía de coherencia óptica (OCT).

A este respecto, la doctora Patricia Udaondo, del servicio de Oftalmología del Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia, destacó durante el Simposio que “podemos clasificar los EMD según su cronicidad basándonos en biomarcadores detectados a través de pruebas de OCT”.

Hasta en un 40% de los pacientes con EMD pueden aparecer algunos biomarcadores considerados inflamatorios.

Además, los expertos señalaron que se estima que hay cerca de un 40% de pacientes con respuesta funcional inadecuada a la terapia estándar basada en antiangiogénicos por lo que es necesario enfocarse en la individualización del tratamiento para ofrecer una solución adecuada y evitar una pérdida de visión irreversible en los pacientes con edema macular diabético.

(SERVIMEDIA)
15 Sep 2022
ABG/gja