El barco fue avistado por un avión de la inspección pesquera de la Secretaría General del Pesca, mientras faenaba en las aguas españolas situadas al sur de la isla de Mallorca -dentro de la zona de protección pesquera del Mediterráneo- y utilizaba palangres de gran longitud para la pesca de atún.

El barco fue avisado para que abandonara su actuación y, ante su negativa a pararse, fue interceptado por la patrullera. Ya a bordo del pesquero chino, se descubrió que en sus bodegas escondía varias toneladas de atún rojo, además de contrastar la irregularidad de sus palangres.

El buque fue conducido al puerto de Palma de Mallorca, donde ha quedado bajo custodia de la Guardia Civil, a la espera de que se abra el correpondiente procedimiento sancionador por una infracción muy grave a la nomativa que fija el régimen de control para la protección de los recursos pesqueros.