Tras la salida de Junts, Aragonès decidió continuar en el Ejecutivo catalán porque sería “del todo irresponsable” dejar “el país sin Gobierno o en situación de interinidad”, especialmente ante la crisis económica actual. Días después, nombró a los nuevos consejeros, que son miembros de ERC y exdirigentes del PSC, los comunes y Convergencia.

Pese a ello, el presidente catalán necesita recuperar los apoyos perdidos tras la crisis en el Govern para poder aprobar los presupuestos para Cataluña para el año que viene. El año pasado, con Junts en el Ejecutivo, las cuentas presupuestarias salieron adelante gracias al apoyo de En Comú Podem.

Este año, el partido de Laura Borràs no forma parte del Gobierno y Aragonès necesita reunir más apoyos si quiere que Cataluña cuente con unos nuevos presupuestos para el año que viene. Para conseguirlo, esta misma semana abrió una ronda de contactos con Junts y los comunes y quiso hacer lo mismo con la CUP, los partidos que cree que pueden apoyar las cuentas.

Sin embargo, este miércoles la CUP rechazó sentarse con Aragonès para negociar los presupuestos del año que viene y avisó de que este partido está más cerca de presentar una enmienda a la totalidad que de sentarse a negociar con el actual Ejecutivo. Además, acusó al Govern de ir “de la mano de la patronal y del Gobierno del PSOE” en estas cuentas.

Sobre la toma de contacto con Junts, el portavoz de este partido, Josep Rius, señaló que su formación “hará valer sus votos para negociar unos presupuestos que afronten de forma efectiva la crisis económica y social” actual. Además, informó de que presentará un decálogo de propuesta para incluir en las cuentas.

De momento, Aragonès no ha citado al PSC a estos primeros encuentros sobre presupuestos, aunque la pasada semana mantuvo una reunión con el líder del PSC, Salvador Illa, en el marco de la ronda de contactos que el presidente catalán ha llevado durante el mes de octubre con Junts, la CUP y En Común Podem tras iniciar un Gobierno de ERC en solitario.

En este encuentro, Illa pidió prioridad de cara a las negociaciones de presupuestos, por tanto, que haya empezado con los comunes y Junts no ha gustado a los socialistas catalanes, que criticaron que el presidente catalán está dando “bandazos” con las cuentas.