Así lo indicó Aragonès en rueda de prensa tras mantener una reunión extraordinaria del Govern y otra con el secretario general de Junts, Jordi Turull, donde señaló que esta decisión estuvo motivada por "una pérdida de confianza" en Puigneró.

Además, señaló que es un paso que le “duele”, pero “del todo necesario” para fortalecer el Gobierno catalán. A su vez, aseguró que desea que Junts continúe formando parte de su Ejecutivo.

Aragonès comentó que el “ruido” que se había ido generando en determinados ámbitos políticos “se ha trasladado” al Govern, “ha dificultado” su labor y ha contribuido a la “desestabilización” que le “aleja” de la ciudadanía “en un momento” que esta le necesita “bien cerca”.

A su juicio, hoy la ciudadanía necesita “instituciones y gobiernos estables” y uno “cohesionado”. Algo que “no es compatible” con una cuestión de confianza que puede abocar “al país a la interinidad durante un otoño y un invierno”. También comentó que esta situación generó una importante “pérdida de confianza” en Puigneró.

A la espera de que Junts proponga quién asumirá su responsabilidad, tanto en la vicepresidencia como en la Consejería de Políticas Digitales y Territorio, Aragonès explicó que esta posición se gestionará de acuerdo con lo previsto en la Ley de la Presidencia y del Gobierno de Cataluña.

REUNIÓN EXTRAORDINARIA

Sobre las 17.00 horas comenzó la reunión extraordinaria convocada por Aragonès esta mañana tras suspender su agenda prevista para hoy y después de que ayer Junts le pidiera en el Parlament que se sometiera a una cuestión de confianza.

El encuentro, que tuvo lugar en el Palau de la Generalitat, duró hasta pasadas las 19.00 horas y, a continuación, Aragonès convocó al secretario general de Junts, Jordi Turull, para mantener una nueva reunión con él y los consejeros de la Generalitat catalana de su partido para seguir abordando la crisis.

Esta nueva cita duró hasta las 22.45 horas, aunque tuvo interrupciones. A las 22.00 horas, los consejeros de Junts salieron del Palau, sin decir nada, pero, en ese momento, entró la presidenta de este partido, Laura Borràs, aunque no participó en la reunión que estaba en curso.

Junts iba a celebrar una ejecutiva del partido por la tarde para analizar ambas reuniones, pero la aplazaron a mañana por la extensión de los encuentros.

Finalmente, casi a las 23.00 horas, la cúpula de Junts abandonó el Palau. En concreto, Borràs, Turull y el vicepresidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Puigneró, se fueron del edificio minutos antes de que Aragonès compareciera para explicar el contenido de ambas reuniones que en total duraron casi seis horas.

En la primera reunión, el presidente preguntó a los consejeros de Junts, uno a uno, si compartían la decisión de su grupo parlamentario de pedir que se sometiera a esa cuestión de confianza.

Una vez finalizada, Junts envió un comunicado en el que afirmó que de forma “unánime” los consejeros estaban a favor de que se cumpliese el acuerdo de Govern alcanzado con ERC en 2021.

También señalaron que todos mantenían la misma posición que presentó el presidente de Junts en el Parlament catalán, Albert Batet, en el Debate de Política General, en el que pidió a Aragonès que cumpliera los tres puntos del acuerdo de gobierno entre ambos partidos y que, si no lo hacía, se sometiera a una cuestión de confianza para dar “más estabilidad” al Ejecutivo.