Las Fuerzas Armadas permanecen a la espera de que los 27 países miembros de la Unión Europea se pongan de acuerdo sobre el tipo de misión multinacional que debe desplegarse frente a Somalia.

Desde hace tres meses están debatiendo el envío de una fuerza que garantice la seguridad de los barcos europeos que faenan en la zona de cuerno de África, ya que, con frecuencia, sufren ataques, robos e intentos de secuestro por parte de piratas del mar.

Lo único acordado hasta el momento por los ministros de Asuntos Exteriores de la UE es la creación de una célula que, desde Bruselas, viene a cumplir dos resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU contra la piratería y en apoyo del Gobierno de Somalia en sus esfuerzos por atajar este fenómeno.

Esta célula de coordinación estará "encargada de apoyar las acciones de vigilancia y de protección que llevan a cabo algunos Estados miembros a lo largo de las costas somalíes". Se trata de una "acción militar de coordinación (UE Navco)" que será puesta en marcha "en Bruselas en los próximos días". Esta célula estará dirigida por el capitán de navío español Andrés Breijo Claur.

El retraso en el envío de una fuerza naval al Índico es tal que, el pasado 11 de junio en el Congreso de los Diputados, el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, avanzó que dicha fuerza se desplegaría a finales del mes de junio y que estaría liderada, en su primera rotación, por España.

Un mes y medio después, los ministros de Defensa de España y Francia, Carme Chacón y Hervé Morin, confesaron lo "difícil" que estaba resultando sacar adelante la misión. El titular francés incluso fue a más y señaló que la actual campaña atunera terminaría sin la protección de militares europeos.

Francia cuenta con algunos efectivos militares en la zona para dar cobertura a sus pescadores. Sin embargo, el sábado un barco de este país fue atacado con granadas por piratas, aunque finalmente consiguió eludir el intento de secuestro.

España ya contempló en el mes de abril cómo el buque "Playa de Bakio" era retenido durante varios días por un grupo violento. Desde entonces, el Gobierno ha intensificado la diplomacia para destinar una fuerza militar al océano Índico, pero se ha encontrado con las reticencias de otros socios europeos.

Si la UE aprueba finalmente el envío de un contingente, el buque o fragata que se envíe para liderar la misión dependerá del números de efectivos que finalmente aporte España.