A su entrada a la reunión de la Mesa del Congreso, Armengol dijo a los medios de comunicación que se siente "indignadísima" por este asunto y defendió la actuación del Ejecutivo que presidió y que, durante la pandemia, "se dejó la piel" por dar seguridad a los ciudadanos y personal público.

Recordó que eran "momentos de emergencia" y que lo que hizo su Administración fue comprar material sanitario. "Lo haría una y mil veces", afirmó, porque se trató de contratos "de emergencia" pero todos, aseguró, fueron "legales".

Armengol expresó el "asco" que siente al "pensar que alguien se pudo lucrar" cuando cada día morían personas. Se trata, dijo, de una "situación vergonzosa" de la que se mostró "contenta" por la respuesta que ha dado el PSOE al destaparse el caso y no ponerse "de perfil", sino aplicar una "tolerancia cero" ante la corrupción.

La expresidenta balear afirmó que "fueron contratos de emergencia, pero legales y con los rigurosos controles del servicio de Salud".

Detalló que "todo el mundo pasaba nombres para poder valorar si tenían ese material, nosotros los pasábamos al servicio de Salud, éste lo analizaba y contrataba" y que "ese contrato tiene la fiscalización favorable de la Intervención General de la Comunidad Autónoma".

Además, Armengol sostuvo que "en todo caso, nosotros seríamos afectados", en referencia al Govern balear, y recordó que se abrió un expediente para reclamar 2,6 millones de euros a la empresa que les proporcionó las mascarillas cuando detectaron que no les habían servido exactamente las contratadas.