Tras saludar en las cuatro lenguas cooficiales, y al inicio de su intervención en el evento parlamentario en el que la princesa Leonor jura la Carta Magna al cumplir los 18 años, como establece ésta misma, Armengol sintetizó así el significado de un acto al que, pese a albergar según ella esta naturaleza, no han considerado oportuno acudir tres de los ministros del Gobierno en funciones, y cinco grupos o fuerzas parlamentarias.

"Este acto histórico muestra el compromiso de la Princesa heredera con nuestra ciudadanía. Porque el juramento de doña Leonor de Borbón y Ortiz es la expresión pública del respeto a nuestra Constitución y del respeto al resto de nuestro ordenamiento jurídico", comenzó, recordando que justo hoy se cumplen 45 años de la aprobación de la Carta Magna en las Cortes.

En seguida desarrolló su premisa, al describir el evento como "un compromiso con nuestro sistema político, el sistema sobre el que hemos construido nuestra historia reciente, que otorga el poder a través de nuestras instituciones, reunidas hoy en esta casa, a quien verdaderamente le pertenece: al pueblo soberano".

RETOS DE FUTURO

Después de hacer una semblanza de los cambios que ha experimentado España desde que juró la Constitución su padre, el ahora rey Felipe, en 1986, cuando España aún luchaba contra la "lacra del terrorismo", la presidenta del Congreso aseguró que hoy es un país "con peso en el mundo, referente en

Europa" y "uno de los más avanzados en igualdad de género" y "en el reconocimiento de derechos sociales", "consciente y orgulloso de su diversidad" y "donde la paz social permite la convivencia y donde se persigue el bienestar de la ciudadanía". Seguidamente, enumeró como retos "abordar con urgencia la crisis climática·, "la lucha contra la violencia de género" y "mejorar nuestro modelo económico para que sea más justo y equitativo, para que redistribuya mejor la riqueza y garantice trabajo digno para todos".

A la Princesa de Asturias la describió como "una mujer joven, cercana al sentir mayoritario de su generación", y poco después abundó en esta condición, advirtiendo de que "ser una mujer joven en la España de hoy es saber que enfrentarnos a estos desafíos es la única manera de caminar hacia

un futuro digno de ser vivido".

Después, Armengol retomó su planteamiento inicial sobre la naturaleza del evento."Todos y todas, sometidos al Derecho, servimos los valores de la Constitución; no hay poder que tenga capacidad fuera de nuestro gobierno de leyes. Nuestra sociedad se sostiene sobre este sistema y este sistema se sostiene a su vez sobre nuestra sociedad, no pueden desoírse el uno a la otra", interpretó, para concluir que "el uno está conformado para que la otra sea un

lugar conducido por la libertad, la justicia y la igualdad" y que "el juramento de la Princesa supone el firme compromiso con este presente libre

y democrático, enraizado en un pasado que no olvidamos para así disponer un mejor futuro".

La presidenta de la Cámara Baja trufó su discurso con tres citas en catalán, euskera y gallego de otros tantos poetas y terminó citando a su predecesor en el cargo Francisco Peces Barba, quien presidió la jura del entonces príncipe Felipe; en concreto su afirmación de que "la única forma de concordia entre todos los españoles y las españolas era este Parlamento, modelo de progreso y de libertad. Como su saludo inicial, pronunció su agradecimiento final en castellano, catalán, euskera y gallego.