Así lo demandó en el transcurso de su intervención en el acto institucional celebrado en el Congreso de los Diputados con motivo del Día Internacional del Pueblo Gitano, que presidieron el rey Felipe VI y Letizia coincidiendo con la conmemoración del 600 aniversario de la llegada de los gitanos a la península Ibérica, el 12 de enero de 1425, y la declaración por parte del Gobierno de 2025 como Año del Pueblo Gitano.

Durante su discurso, Armengol subrayó que el Estado español “tiene una deuda” con el pueblo gitano, que, a su entender, pasa por “abandonar la condescendencia, la deshumanización o la tutela” y que “necesita de políticas y planes de reparación histórica”.

La presidenta de la Cámara Baja reivindicó que el Congreso de los Diputados es, “sin duda, el lugar idóneo para albergar una celebración como esta”, impulsada por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 y presidida por los Reyes, a quienes agradeció “muchísimo su implicación” en este acto.

“La primera vez que la voz del pueblo gitano resonó entre las paredes de esta casa, la primera vez que un representante del pueblo gitano subía a la tribuna del hemiciclo, donde tantas palabras se habían pronunciado ya por la lucha de los derechos humanos, fue el 7 de junio de 1978”, rememoró, al tiempo que destacó que entonces el diputado Juan de Dios Ramírez Heredia, también presente en el acto, pedía el voto favorable a la proposición no de ley para la erradicación de aquellos tres artículos del Código de la Guardia Civil aprobados por última vez en 1942, en los que se “denigraba a las personas gitanas”.

PERSECUCIÓN Y DISCRIMINACIÓN

Tras puntualizar aquellos artículos “posiblemente encerraban toda una trayectoria de persecución y discriminación en contra de la población gitana”, Armengol resaltó que este martes se conmemoran los 600 años de la llegada del pueblo gitano a la península ibérica y llamó a “conmemorar este momento histórico que marca un hito positivo”, como es “el primer acogimiento en la península a personas de etnia gitana en el año 1425”.

No obstante, instó “también a hacer memoria, es decir, hacer justicia y hacer honor a la verdad”, consciente de que el pueblo gitano “empezó muy pronto a padecer discriminación, persecución y estigmatización también en nuestro territorio”.

“Fueron encarcelados, esclavizados, violentados y asesinados”, abundó, al tiempo que agregó que, en España, a partir de 1499 y durante siglos “se promulgaron más de 200 leyes anti gitanas, orientadas a hacer desaparecer aquella identidad, aquella cultura, aquella lengua”.

Así, hasta 1812 con la Constitución de Cádiz, los gitanos “no fueron reconocidos plenamente como ciudadanos españoles” si bien, con la dictadura franquista, según la presidenta del Congreso, “volvieron a convertirse en objeto de vigilancia y violencia racista”.

En la actualidad, hizo hincapié en que “una norma suprema” como la Constitución “garantiza por fin la plena igualdad de todos los españoles” y en este contexto, dijo, “hoy conmemoramos los seis siglos de la llegada a nuestro territorio de un pueblo históricamente perseguido, sistemáticamente invisibilizado”.

Por ello, abogó por “preguntarnos si la dignidad del pueblo gitano ha sido reparada, si el estigma sobre su cultura ha sido por fin eliminado, si la indiferencia ante sus necesidades ha sido de una vez desterrada”.

“Hoy, aquí reunidos por el Día Internacional del Pueblo Gitano, pero también mañana, tomar conciencia y seguir trabajando sin descanso por una sociedad libre de racismo, de xenofobia y de cualquier tipo de violencia y discriminación”, apostilló, consciente de que España “adolece todavía de algunas grietas por las que se nos escapan los derechos más fundamentales”.