Asaja ha escrito ua carta al ministro Luis Atienza explicándole el problema. Los agricultores están obligados a utilizar semilla certificada por primera vez este año en trigo duro, que la Asociación de Productores de Semillas (APROSE) ha fijado en 54 pesetas por kilo.

Asaja señaló que este precio es superior al de otros países de la UE y que, al existir una oferta muy ajustada de semillas de trigo duro, "el agricultor corre el riesgo añadido de no poder sembrar lo que realmente más convenga a su explotación".

La oganización agraria pidió al Ministerio de Agricultura que dote de mayor flexibilidad a este cultivo, de forma que los agricultores puedan utilizar menos semillas por hectárea que las establecidas por la regulación y que puedan reutilizar su propia semilla cuando sea procedente de simiente nueva.

Además, expresó su temor de que España vea encarecidos sus costes de producción respecto a otros países, y recordó que los compradores de las cosechas no se han comprometido a pagar más por ellas, aunque se haa mejorado la calidad.