Agusa Sukaka, que trabajaba para Cáritas Francia en Kivu Norte, murió el pasado 15 de julio en la localidad de Musezero cuando regresaba a casa tras concluir su jornada laboral, según informó hoy Cáritas Internationalis.

Algunos testigos vieron al cooperante hablando con dos hombres vestidos con uniformes del Ejército congoleño y, según Cáritas Internationalis, cuando sus compañeros encontraron el cadáver, comprobaron que tenía los bolsillos vacíos y le habían robado la camiseta que llevaba puesta, con el anagrama de Cáritas Francia-Secours Catholique.

Cáritas Internationalis condenó esta muerte, a la que se sumó Cáritas Española, que ha envitado un mensaje de cercanía y condolencia a las Cáritas del Congo y de Francia, y denunció el creciente clima de inseguridad que se vive en la región oriental del Congo.

La secretaria general de Cáritas Internationalis, Leslie- Anne Knight, señaló que "la brutalidad y los asesinatos en el Congo tienen que cesar" e instó "a todos los grupos implicados a sentarse en la mesa de negociaciones y a trabajar para lograr una paz definitiva".

A pesar de las precarias condiciones de seguridad en la zona, la Cáritas congoleña desarrolla en la región del Kivu una labor humanitaria para prestar ayuda de emergencia al cerca del millón de desplazados que han abandonado sus hogares por los enfrentamientos entre el Ejército y grupos rebeldes.

En los últimos meses, a raíz de la reactivación de la violencia, la Cáritas local ha lanzado a la red internacional de Cáritas cuatro llamamientos urgentes de ayuda de emergencia para auxiliar a los desplazados, por valor total de ocho millones de euros, dos de los cuales han sido proporcionados por Cáritas Española.