"La premura con la que se ha aprobado la medida hace pensar si no se trata más de una reacción de defensa ante la actitud similar aplicada por algunas de las haciendas forales vascas", afirma la AEAFT en un artículo aparecido en la publicación "Asesores Financieros y Tributarios".

No obstante, lo asesores fiscales reconocen que es "innegable" que se va a contribuir a mejorar la situación de una parte de las pymes, "pero queda la duda de si el coste fiscal que supondrá, estimado en 20.000 millones de pesetas, no podría haberse utilizado de una forma mejor".

Según datos de esta asociación, el ahorro de las pymes que se ajusten al beneficio medio estimado (de seis millones de pesetas al año), se ahorrarán tan solo 300.000 pesetas con el nuevo tipo del tributo, cifra que se eleva hasta las 750.00 pesetas en aquéllas con ganancias de al menos quince millones de pesetas (el 10% del total).

"Lo que está claro es que resultan más favorecidas las empresas que obtienen más beneficios", razona la AEFT, que añade además que "si la comparación la hacemos entre una empresa con beneficios y otra con pérdidas, es aún más patente la injusticia que supone".

Otro inconveniente que encuentra esta organización es "la escasa universalidad de la medida", puesto que un porcentaje muy alto de pymes "no tieneforma societaria y por tanto se encuentra sujeto al sistema de estimación objetiva por signos, índices o módulos y no se verá beneficiado".

La AEAFT hace hincapié que las pymes más necesitadas, las que tienen pérdidas, no tendrán ningún acceso a ese beneficio fiscal de 20.000 millones de pesetas.