Así lo denunció en un comunicado en el que explicó que ha “observado” un aumento “notable” de la venta de falsificaciones a los consumidores que, a su juicio, “puede ocasionar importantes perjuicios para ellos y las empresas”.

En este contexto, criticó el “escaso seguimiento” que llevan a cabo las administraciones, que, según su punto de vista, “en muchos casos incluso miran para otro lado o no cuentan con los medios adecuados para evitar esta venta fraudulenta”.

“En muchos casos se inspecciona a los establecimientos legalmente establecidos, pero no se actúa contra quien está cometiendo este tipo de actuaciones de fraude para los consumidores con la venta de falsificaciones”, sentenció.

A este respecto, la entidad ha iniciado este año una línea de información contra las falsificaciones de productos al entender que suponen un “menoscabo” para las compañías que “cumplen” con la normativa además de un posible “peligro” para la salud o la seguridad de los usuarios.

Por todo ello, pidió a los consumidores que “eviten” la compra de productos falsificados y “denuncien” las “posibles” páginas o sitios donde se produce esta “venta irregular”.