Así lo aconsejó en un comunicado en el que advirtió de que los presuntos estafadores suelen hacer publicidad de la “supuesta” vivienda a alquilar a través de un anuncio “falso” que utiliza fotografías de “otros anuncios”.

En otros casos, se trata de apartamentos que aparecen publicitados “exagerando sus cualidades” hasta el punto de que, cuando llega el consumidor, “no tiene nada que ver la realidad con lo que le habían anunciado a través de la publicidad”.

En este contexto, la entidad juzgó “esencial” el hecho de “extremar” las “precauciones” para evitar que se produzcan este tipo de “engaños” y que el consumidor sea “víctima” de un “fraude”.

Tras subrayar que, “bajo una apariencia normal, puede estar detrás una presunta estafa”, la organización recomendó “desconfiar” de los anuncios de viviendas con un precio del alquiler “desproporcionadamente bajo”.

CAUTELA

Junto a ello, llamó a “mostrar debidas cautelas” con anuncios en los que los apartamentos aparecen acompañados de imágenes “muy atractivas”, están presuntamente ubicados en zonas “muy turísticas” y se alquilan “a precios excesivamente reducidos”.

En paralelo, también emplazó a comprobar que el arrendador es “realmente” el dueño del piso o vivienda y a verificar que esta “existe realmente”.

Por último, instó a “no fiarnos” de los comentarios y opiniones de personas que hubieran alquilado anteriormente el inmueble, convencida de que, “seguramente sean mentira”. Además, pidió no pagar la totalidad del importe por adelantado y entregar la “mínima señal posible si esta se pide”.

En el caso de ser un apartamento “real”, sugirió revisar la vivienda para comprobar su estado y guardar todo tipo de facturas, folletos publicitarios o contratos por si fuera preciso aportarlos en una reclamación o denuncia.